En Venado Tuerto, el pueblo de Dios camina animado en el Espíritu Santo

Fue con el lema "La esperanza no quedará defraudada" y la misa central estuvo presidida por el obispo diocesano, Mons. Han Lim Moon. Hubo testimonios de consagrados y se realizó el envío misionero.

La diócesis de Venado Tuerto celebró el 7 de septiembre el Encuentro del Pueblos de Dios, con el lema fue "La esperanza no quedará defraudada".

Los puntos de encuentro fueron en las parroquias Santa Elena, San Cayetano y Nuestra Señora de la Misericordia, donde se desarrollaron los talleres por áreas o ministerios. Luego hubo un receso con almuerzo a la canasta.

Dentro de las áreas o ministerios para los talleres estuvieron presentes el ministerio de la Salud, de Catequesis Infantil, de Pastoral Educativa, el ministerio de la Rehabilitación (carcelaria y de adicciones), de Liturgia (ministros de Comunión), de Pastoral Social (específicamente Cáritas) y de Adoradores Eucarísticos.

Posteriormente, las comunidades participantes compartieron momentos y diversos testimonios de lo abordado en los talleres, cuyas iluminaciones y reflexiones buscaron ser signos de esperanza. También hubo testimonios breves de consagrados en distintos puntos.

Acto seguido, se realizó una peregrinación y las tres parroquias se concentraron en Alvear y Belgrano para participar de la misa central en la catedral diocesana, que fue presidida por el obispo de Venado Tuerto, monseñor Han Lim Moon.

En la homilía y a la luz de las lecturas, el prelado recordó el pasaje bíblico de Romanos que sostiene que "la esperanza no quedará defraudada, porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo, que nos ha sido dado" .

"La importancia de tener la esperanza, de lo contrario nos lleva a la muerte. Nosotros tenemos la esperanza cierta, segura porque Dios nos ha regalado como garantía segura a su Espíritu Santo. Si el Espíritu Santo nos ha sido dado, donde hay signo de la presencia del Espíritu Santo ahí entonces está nuestra esperanza".

Monseñor Moon aseguró que "la presencia del Espíritu Santo se puede ver en dos niveles: interno y externo".

"En el interno -dijo- es donde hay inspiración, luz, verdad, nos guía el Espíritu Santo como fuego que nos da fervor, como ráfaga de viento, fuerza que viene de lo alto, que da testimonio a nuestro espíritu de que somos hijos verdaderos de Dios Padre que nos hace llamar a Dios papá. El espíritu santo nos hace llamar a Jesús como Señor, es el que nos regala sus frutos: paz, amor, alegría, mansedumbre, dominio de sí mismo y es el que nos da los siete dones".

Con respecto al nivel externo, el obispo de Venado Tuerto manifestó: "Como el día de Pentecostés, el Espíritu Santo nos convierte en testigos de Jesús vivo y resucitado y nos impulsa para la misión, nos forma la comunidad: orante, es decir, centrada en el Señor, unida, koinoníam, testigo, carismas para la edificación. Caminar en el Espíritu consiste en ser iluminados, enseñados, guiados, y es una transformación en Cristo".

Durante la celebración eucarística hubo testimonios de consagrados y al finalizar la misa se realizó el envío misionero.+