En la Natividad de la Virgen, un agasajo especial a los ancianos
- 10 de septiembre, 2015
- Buenos Aires (AICA)
La congregación de las Hermanitas de los Desamparados vivió un día de fiesta el pasado martes 8 de septiembre en su casa dedicada a santa Teresa Jornet en Flores, en el barrio porteño de Flores. El arzobispo emérito de Rosario, monseñor José Luis Mollaghan, celebró una misa para las religiosas y muchos ancianos convidados a la celebración y al posterior ágape.
Para celebrar la solemnidad de la Natividad de la Virgen María, las religiosas invitaron a ancianas y ancianos y otras religiosas radicadas en residencias de Laferrere, en el conurbano bonaerense, y en Necochea.
La jornada festiva tuvo como momento culminante la celebración de la misa, que fue presidida por monseñor José Luis Mollaghan, arzobispo emérito de Rosario, que actualmente colabora en la Congregación para la Doctrina de la Fe.
En su homilía, monseñor Mollaghan explicó a los presentes que el nacimiento de la Virgen "abrió el horizonte de la salvación", ya que de María nació Jesús, el salvador.
El arzobispo también destacó que María es causa de alegría, porque su ejemplo enseña a conservar y vivir la fe. "También nosotros debemos meditar el don de la fe que recibimos y que debemos conservar, vivir y transmitir a nuestros hermanos", observó.
"En el camino de la fe, María siempre está cerca", sentenció el celebrante. "Difícilmente ?añadió- no hayamos percibido su presencia maternal si la hemos invocado. Cada día, nuestra devoción mariana nos permite gustar los momentos de dicha y los momentos difíciles, con la paz que brota de su corazón, que nos repite una y otra vez «porque miró mi humildad, el Señor hizo en mí grandes cosas»".
Después de la misa, la jornada continuó con un ágape fraterno, compartido con cordialidad en las dependencias de la casa.+
Texto completo de la homilía
