Sábado 20 de abril de 2024

El Vaticano presenta una Guía para ayudar a los desplazados internos

  • 5 de mayo, 2020
  • Ciudad del Vaticano (AICA)
La Sección de Migrantes y Refugiados del Dicasterio para el Servicio de Desarrollo Humano Integral publicó el documento titulado: "Orientaciones pastorales sobre desplazados internos"
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La Sección de Migrantes y Refugiados del Dicasterio para el Servicio de Desarrollo Humano Integral publicó este martes 5 de mayo el documento titulado: “Orientaciones pastorales sobre desplazados internos” (en inglés, italiano y francés) para ayudar a mejorar la vida de familias y de personas sin hogar, tras ser duramente golpeadas por las calamidades naturales o los conflictos armados.



La presentación del documento tuvo lugar esta mañana, en la Sala Marconi del Palazzo Pio, con la intervención de los subsecretarios de la Sección Migrantes y Rufugiados, cardenal Michael Czerny SJ y el sacerdote Fabio Baggio CS y la doctora Amaya Valcárcel, coordinadora Internacional del Servicio Jesuita a Refugiados (JRS), en conexión desde Oslo.



Son 122 las líneas guía que las Orientaciones Pastorales sobre los Desplazados Internos (OPIDP) ofrece con el fin de contribuir significativamente a la "misión" de la Iglesia y ser un apoyo más específico a todos los que viven en las periferias existenciales que necesitan ser "acogidos, protegidos, promovidos e integrados".



El documento es para uso de organizaciones católicas y de otros entes de la sociedad civil y de cualquier grupo que quieran aplicarlo, explicó el cardenal Czerny.



El apoyo a los desplazados internos a través de planes de retorno voluntarios y seguros, fortalecer el cuidado espiritual de los desplazados católicos, buscar la integración para evitar nuevos guetos culturales, promover la investigación de universidades católicas, organizar censos, recurrir a financiación para las iglesias locales, están, entre otros puntos claves, presentes en el documento del Vaticano.



Más de 41 millones de desplazados en el mundo

A finales de 2018, según el Internal Displacement Monitoring Centre (IDMC), 41,3 millones de personas en todo el mundo fueron desplazadas internamente, la cifra más alta registrada en la historia.



Aunque a menudo se ven obligados a huir de la misma manera y por las mismas razones que los refugiados, los desplazados internos no forman parte del sistema de protección internacional en virtud del derecho internacional de los refugiados. Mientras no se les obligue a cruzar una frontera internacionalmente reconocida en busca de seguridad y protección, seguirán siendo ciudadanos bajo la jurisdicción legal de su país de origen.



"La dificultad de la comunidad internacional para intervenir y la falta de interés de los medios de comunicación y de la sociedad en general –dice el documento– ha dado lugar con frecuencia a que los desplazados internos sean olvidados, aumentando su vulnerabilidad e impidiendo que sus necesidades sean adecuadamente reconocidas y satisfechas".



Sensibilizar los medios de información y opinión pública

Para hacer frente a este desafío, la Iglesia está llamada a “animar a los medios de comunicación y a la sociedad en general, así como a los gobiernos, a sensibilizar a la opinión pública”. La responsabilidad primordial de su protección sigue recayendo en las autoridades nacionales, que a veces se muestran reacias o incapaces de satisfacer sus necesidades de protección. Por lo tanto, es crucial que la comunidad internacional busque formas constructivas de fortalecimiento y apoyo, respetando la soberanía nacional.



Son necesarias normas transparentes

Por esta razón, será crucial "emitir mandatos y reglamentos transparentes para la protección de los desplazados internos, y exigir a la comunidad internacional que se esfuerce efectivamente por aumentar la protección de los desplazados internos en todo el mundo, vigilando la aplicación de los instrumentos internacionales existentes y adoptando medidas concretas cuando los Estados no puedan o no quieran protegerlos, respetando plenamente el principio de subsidiariedad".



La trata de personas y conflictos étnicos

El documento también denuncia la trata de seres humanos que afecta a los desplazados internos, su presencia en las zonas urbanas y en los campamentos de refugiados, y pide la protección de los trabajadores humanitarios. Entre las causas de los desplazamientos se señalan "los conflictos étnicos y tribales" y para hacer frente a este desafío, la Iglesia está llamada a "trabajar por la reconciliación, la aceptación mutua y el respeto entre los grupos étnicos o tribus, promoviendo la curación de la memoria, el reaprendizaje de la comunicación correcta y la adopción de un estilo de vida no violento".



Cuatro verbos del Papa

La respuesta al desafío de los desplazados internos se resume también en los cuatro verbos propuestos por el Papa: “Acoger, proteger, promover e integrar”. Pero estos verbos no se aplican sólo a desplazados internos. “Expresan la misión de la Iglesia en relación a todos los habitantes de las periferias existenciales”.



En la parte, sobre la protección, el texto recomienda realizar normativas transparentes para la protección de los desplazados a nivel local, nacional e internacional, igualmente proteger la privacidad de las familias, además de tutelar a las personas vulnerables y evitar el tráfico de seres humanos o nuevas esclavitudes.



Financiación de las Iglesias locales

El documento vaticano afirma que debido a los limitados recursos financieros disponibles, la Iglesia Católica está llamada a: “Fortalecer la capacidad de recaudación de fondos de las Iglesias locales para tener acceso a los recursos financieros que se ponen a disposición, tanto a nivel internacional como nacional, para las organizaciones de la sociedad civil que participan en la atención de los desplazados internos”.



Administración sana y transparente

“Los fondos destinados a apoyar a los desplazados internos a veces se desvían o se malversan debido a la corrupción o a la mala gestión, por lo que no llegan a los destinatarios previstos”. Para hacer frente a esto, la Iglesia Católica está llamada a: “Informar de cualquier caso de corrupción por parte de los trabajadores humanitarios, los gobiernos y las iglesias locales”.



Retorno e integración

En el punto 103 y 104, la guía habla de la difícil integración, cuando hay enfrentamiento cultural o persecución étnica. “Cuando el retorno no es voluntario, el proceso de reintegración es mucho más que un simple proceso de reintegración”.



Para hacer frente a esto, la Iglesia Católica está llamada a: “Insistir en que todas las partes interesadas elaboren medidas” para evaluar “la conveniencia de que los desplazados internos regresen”. Promover la plena participación de los desplazados internos “gestión de su regreso”. Y el retorno sea “seguro y voluntario”.



Cooperación con otras instituciones

Colaborar y coordinar iniciativas para mejorar la vida de los refugiados internos. El documento invita a la cooperación con instituciones gubernativas, organizaciones internacionales, grupos de la sociedad civil, sectores económicos y de medios de comunicación. Esto también significa incluir a la sociedad civil, las organizaciones confesionales y los líderes religiosos, así como a sectores empresariales.



Cooperación ecuménica e interreligiosa

El documento vaticano invitó a, especialmente donde la Iglesia es una minoría, la cooperación ecuménica e interreligiosa que podría ayudar a los agentes pastorales católicos a llegar a las comunidades de desplazados internos y realizar plenamente su ministerio.



Coordinación entre actores y sectores católicos

“Los actores de la Iglesia deben trabajar juntos y compartir los mismos objetivos en relación con los desplazados internos. La falta de unidad de intención en la defensa de los desplazados internos y en la planificación de los programas podría tener un impacto negativo en la eficacia de los propios programas”, advierte la guía. +