El Salvador: abren los procesos de canonización de varios mártires de la guerra civil

"Nuestra conferencia episcopal inició el proceso de canonización de un 'grupo grande' de mártires del reciente conflicto armado que hemos sufrido en el país", anunció el arzobispo de San Salvador.

La Conferencia Episcopal de El Salvador inició el proceso para la canonización de un "grupo grande" de "mártires" del conflicto armado interno sufrido entre 1980-1992, según lo anunció este domingo 6 de agosto el arzobispo de San Salvador, monseñor José Luis Escobar Alas.

"Nuestra Conferencia Episcopal ha iniciado el proceso de canonización de un grupo grande de nuestros mártires del reciente conflicto armado que hemos sufrido en el país", anunció el arzobispo durante la misa dominical en la capital del país.

Monseñor Escobar Alas recordó al padre español Ignacio Ellacuría, asesinado junto a otros cinco religiosos jesuitas -cuatro españoles y un salvadoreño- y dos mujeres campesinas, en 1989, por el Ejército de El Salvador en el campus de la Universidad Centroamericana (UCA).

“Hoy quiero citar de modo especial a uno de estos mártires, me refiero al padre Ignacio Ellacuría”, dijo el arzobispo en su homilía, lo cual fue seguido por un aplauso de los fieles. “Me refiero al padre Ignacio Ellacuría, quien exactamente 10 días antes de su martirio, es decir, el 6 de noviembre de 1989, recibiendo como rector de la UCA el premio internacional Alfonso Domingo, en el ayuntamiento de Barcelona, dijo: ‘Solo utópica y esperanzadamente uno puede creer y tener ánimos para intentar, con todos los pueblos y oprimidos del mundo, revertir la historia, subvertirla, y lanzarla a otra dirección’. Son estas unas profundas palabras que encierran una gran verdad: la historia debe revertirse desde los pobres y oprimidos, porque son las verdaderas y únicas víctimas de la historia”, añadió Escobar Alas.

La Iglesia católica salvadoreña promovió la causa de beatificación y canonización de san Óscar Arnulfo Romero, asesinado en marzo de 1980 por un escuadrón de la muerte. También llevó a cabo el proceso de beatificación del padre Rutilio Grande, asesinado también en 1977 por los escuadrones de la muerte del Ejército.

La guerra civil que asoló al país centroamericano entre 1979 y 1992 dejó un saldo de 75.000 muertos, 8.000 desaparecidos y unos 12.000 heridos y mutilados. 

Un 16 de noviembre de 1989, un pelotón del ejército salvadoreño se presentó en la residencia de los sacerdotes jesuitas. El gobierno de Alfredo Cristiani estaba convencido de que la Universidad era un refugio de guerrilleros. Pero el único crimen que cometieron los jesuitas fue el de intentar promover un acercamiento entre las partes del conflicto, es decir el Estado salvadoreño y la guerrilla Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional.

Los propios jesuitas abrieron la puerta a los militares que la habían intentado forzar. Los soldados tumbaron a los sacerdotes en un patio y los mataron. También se llevaron por delante la vida de Elba, que trabajaba en la casa, y la de su hija de 16 años.

En junio, la Fiscalía de El Salvador presentó un escrito formal de acusación contra el expresidente Alfredo Cristiani por “autorizar la masacre de seis padres jesuitas y dos mujeres en el marco de la guerra civil (1989-1992)”, es decir, de los mártires de la UCA. Por su parte, la justicia española condenó en 2020 al excoronel y exviceministro de Seguridad Pública de El Salvador, Inocente Orlando Montano, a 133 años de cárcel por esos asesinatos, sentencia que en 2021 confirmó el Tribunal Supremo.+