Martes 23 de abril de 2024

El Pbro. Quijano se despide del directorio de Catequesis de San Isidro

  • 2 de marzo, 2021
  • San Isidro (Buenos Aires) (AICA)
Luego de aceptar la renuncia de su antiguo director, el presbítero José Luis Quijano, la diócesis de San Isidro tendrá un nuevo director diocesano de Catequesis.
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La diócesis de San Isidro nombró director de Catequesis al presbítero Hernán Bonsembiante. Sucederá en el cargo al presbítero José Luis Quijano, quien envió una carta de despedida a la diócesis titulada “El auténtico protagonismo es de la catequesis”.

“Hacer el bien supone un sincero y humilde conocimiento de la realidad”, comienza diciendo en su carta, y expresa: “Desde hace muchos años venimos hablando de un cambio de época. El Directorio de Catequesis lo reitera y nos llama a ser responsables y proactivos en este tiempo nuevo que es, también, tiempo de renovación”.

“Es un cambio de época marcado por contradicciones, pero al mismo tiempo, por anhelos de paz y justicia, de encuentro y solidaridad”, destaca el presbítero Quijano y afirma: “La catequesis participa del reto eclesial de oponerse a procesos centrados en la injusticia, en la exclusión de los pobres, en la primacía del dinero; trata, al contrario, de ser un signo profético de promoción y plenitud de vida para todos”.

“Se trata, entonces, de tener los pies en la tierra. En esto, consiste, precisamente, la humildad: en tener las raíces y el corazón ahí donde los hechos ocurren: donde la gente vive, sufre y es feliz, donde aprende, crece y ama, donde vive sus temores, incertidumbres y esperanzas”.

En toda la Iglesia y también en nuestra diócesis, reconoce, “somos muchos los llamados al servicio de la catequesis, desde distintos lugares”, y advierte: “Algunos momentos de protagonismos personales son buenos, guían a otros, animan y entusiasman si tienen alternancia, si son generosos y dejan espacio a los otros”.

“De lo contrario, corren el riesgo de caer en el ensimismamiento que aleja y desdibuja la realidad que es preciso conocer. Por eso la auténtica protagonista es la catequesis”, sostiene.

“En San Isidro, desde la creación de la diócesis, fuimos muchos los llamados al servicio de ser directores diocesanos de catequesis: monseñor Alberto Devoto, monseñor Emilio Bianchi Di Cárcano, los prebíteros Alejandro Bunge, Pedro M. Oeyen, Jorge Catarineu, Guillermo Piñero Jolly, Carlos Avellaneda, Capalozza y yo, que realicé este servicio desde 1987, con un intervalo de ocho años entre 2002 y 2010”, recuerda.

“En este momento viene a mi memoria ese sabio y educativo cuento del vuelo de los gansos, buena analogía para la humildad y el trabajo colaborativo: Ellos vuelan formando una V corta. Los científicos han descubierto por qué los gansos vuelan juntos formando esa V, porque cada pájaro al batir sus alas, produce un movimiento en el aire que ayuda al ganso que va detrás de él.  El líder no lleva a nadie adelante en su bandada, y por eso él sí debe hacer un mayor esfuerzo al aletear. Cuando él se cansa, se pasa a uno de los puestos de atrás y otro ganso toma su lugar”, relata.

“Después de 30 años en mi servicio como director diocesano de Catequesis, ya es hora de dejar de ‘primerear’ el vuelo, por un tiempo, y de vivir la fecunda y espiritual experiencia de la renuncia”, admite.

“En octubre, cuando todavía estaba transitando mi convalecencia después de la embolia pulmonar, presenté mi renuncia a monseñor Ojea, siguiendo las recomendaciones de mi médico y, sobre todo, como resultado del discernimiento al que me sentí llamado después de mi enfermedad”, explica. 

“El obispo aceptó mi renuncia hace unas semanas y recientemente nombró al presbítero Hernán Bonsembiante nuevo director diocesano de Catequesis”.

“En este tiempo de Cuaresma vivo esta renuncia como un crecimiento espiritual, en la búsqueda del bien, y no como un simple acto administrativo. La vivo no como pérdida sino como una ofrenda por el bien de la catequesis y por el bien de los catequistas, para que todos vayan apoyándose mutuamente y apoyando a Hernán en el apasionante vuelo de la catequesis. En la medida en que cuido mi salud y mi calidad de vida, estoy cuidando mi ministerio sacerdotal, que es un don de Dios para su pueblo”.

“Cambiar de posición, no es renunciar al proyecto. Renunciar a la dirección del organismo no es renunciar a la catequesis”.

“Hay distintos lugares y servicios en ese vuelo y yo seguiré compartiéndolo con todos ustedes, desde otros espacios. Seguiré trabajando en la Sociedad Latinoamericana de Catequetas (Scala) y recientemente nos han reconvocado como colaboradores en la catequesis del Celam, en un hermoso equipo de catequetas latinoamericanos. Desde esos espacios también alentaremos el vuelo de los catequistas de San Isidro, siempre hermanados en una misma fe y en una misma vocación”.+