Martes 16 de abril de 2024

El Papa pidió erradicar los prejuicios hacia los gitanos

  • 26 de octubre, 2015
  • Ciudad del Vaticano
Francisco recibió a unos 7.000 representantes de las comunidades gitanas que participan en un peregrinaje internacional promovido por el Pontificio Consejo para los migrantes e itinerantes. "¡Ha llegado el tiempo de erradicar prejuicios seculares, preconceptos y desconfianzas recíprocas que a menudo son la base de la discriminación, del racismo y de la xenofobia!", exclamó el Papa.
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El papa Francisco recibió esta mañana, en el Aula Pablo VI, a unos 7.000 representantes de las comunidades gitanas que participan en un peregrinaje internacional promovido por el Pontificio Consejo para los migrantes e itinerantes para conmemorar el 50º aniversario de la histórica visita del beato Pablo VI en el campo nómada de Pomezia, el primer encuentro de un Pontífice con el mundo gitano, que fue el 26 de septiembre de 1965.

"¡Ha llegado el tiempo de erradicar prejuicios seculares, preconceptos y desconfianzas recíprocas que a menudo son la base de la discriminación, del racismo y de la xenofobia!", exclamó el Papa.

El Santo Padre aseguró que los niños son "su tesoro precioso". Y explicó que "su cultura hoy está en fase de cambio, el desarrollo tecnológico hace a sus niños cada vez más conscientes de la propias potencialidades y de su dignidad, y ellos mismos sienten la necesidad de trabajar para la promoción humana personal y de su pueblo". Esto exige -observó- que se les asegure la escolarización.

A propósito, Francisco pidió que no les impidan ir a la escuela. "Es importante que el impulso hacia una mayor formación surja de la familia, de los padres, de los abuelos; es tarea de los adultos asegurarse de que los chicos asistan a la escuela", subrayó. Del mismo modo, recordó que "el acceso a la instrucción permite a sus jóvenes convertirse en ciudadanos activos, participar en la vida política, social y económica en los respectivos países".

El Papa precisó en su discurso que "un signo fuerte de fe y crecimiento espiritual de sus etnias es el número creciente de vocaciones sacerdotales, diaconales y de vida consagrada".

A los consagrados, les recordó que sus hermanos y hermanas "miran con confianza y con esperanza el papel que realizan y por todo lo que pueden hacer en el proceso de reconciliación dentro de la sociedad y de la Iglesia". Ustedes son -aseguró- un trámite entre dos culturas y, por eso, se les pide que sean siempre testimonios de transparencia evangélica para favorecer el nacimiento, el crecimiento y el cuidado de nuevas vocaciones. Por eso les pide que acompañen no solo en el camino espiritual, "sino también en la cotidianidad de vida con todas sus fatigas, alegrías y preocupaciones".

Las dificultades del pueblo gitano
El Papa les dijo que conoció las dificultades del pueblo gitano visitando algunas parroquias romanas, en las periferias de la ciudad, donde pudo escuchar sus problemas, inquietudes y constató que interpelan no solamente a la Iglesia, sino también a las autoridades locales. "Pude ver las condiciones precarias en las que viven muchos de ustedes, debido al descuido y la falta de trabajo y los medios necesarios para subsistir", observó. Del mismo modo, indicó que esto contrasta con el derecho de toda persona a una vida digna, a un trabajo digno, a la formación y a la asistencia sanitaria.

A propósito, el Papa aseguró que "el orden moral y el social imponen que cada ser humano pueda gozar de los derechos fundamentales y deba responder a los propios deberes". Y sobre esta base -precisó- es posible construir una convivencia pacífica, en la que las distintas culturas y tradiciones cuiden los respectivos valores en una actitud no cerrada y en contraposición, sino de diálogo e integración. Por eso aseguró que "no queremos ver más tragedias familiares en las que los niños mueren de frío o entre las llamas, o se convierten en objetos en manos de personas depravadas, los jóvenes y las mujeres se ven envueltos en el tráfico de droga o de seres humanos".

El Pontífice aseguró que nadie se debe sentir aislado y nadie está autorizado a pisotear la dignidad y los derechos de los otros. "Es el espíritu de la misericordia que nos llama a luchar para que se garanticen todos estos valores".

Asimismo, el Pontífice pidió a los presentes que no den a los medios de comunicación y a la opinión pública "ocasiones para hablar mal de ustedes". Ustedes son -dijo- protagonistas de su presente y de su futuro. Y añadió que "pueden contribuir al bienestar y al progreso de la sociedad respetando las leyes, cumpliendo sus deberes e integrándose a través de la emancipación de las nuevas generaciones".

Finalmente, el Santo Padre los invitó a seguir el ejemplo del beato gitano Ceferino Giménez Malla, "que se distinguió por sus virtudes, por la humildad y honestidad, y por la gran devoción a la Virgen".

Durante el encuentro, una cantante gitana dedicó unas canciones al papa Francisco.+