Viernes 22 de noviembre de 2024

El Papa: la injusticia que hace llorar a los pobres y a la tierra no es invencible

  • 8 de marzo, 2019
  • Ciudad del Vaticano
"Si estamos realmente preocupados por desarrollar una ecología capaz de remediar el daño que hemos hecho, ninguna rama de las ciencias y ninguna forma de sabiduría deben quedar fuera, y esto incluye las religiones y los idiomas que les son propios", dijo el papa Francisco a los participantes en la Conferencia Internacional "Las religiones y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS): escuchar el grito de la tierra y los pobres" a los que recibió esta mañana, en la Sala Clementina del Palacio Apostólico.
Doná a AICA.org
El papa Francisco recibió esta mañana, en la Sala Clementina del Palacio Apostólico, a los participantes en la Conferencia Internacional "Las religiones y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS): escuchar el grito de la tierra y los pobres", promovido por el Dicasterio para el Servicio de Desarrollo Humano Integral y por el Consejo Pontificio para el Diálogo Interreligioso, en curso en el Vaticano, en la nueva Sala del Sínodo, del 7 al 9 de marzo.

Francisco comenzó su discurso recordando la importancia, cuando se discute de sostenibilidad, de incluir y escuchar todas las voces, especialmente las que normalmente se encuentran marginadas por este tipo de discusión, como las de los pobres, los migrantes, los pueblos indígenas y los jóvenes y añadió que es "importante que el cumplimiento de los objetivos de desarrollo sostenible siga su naturaleza original real, inclusiva y participativa".

"La Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible, aprobados por más de 190 naciones en septiembre de 2015, fueron un gran paso adelante para el diálogo global, en el signo de una necesaria nueva solidaridad universal", dijo el pontífice y señaló que "las diferentes tradiciones religiosas, incluidas las tradiciones católicas, han abrazado los objetivos del desarrollo sostenible porque son el resultado de procesos participativos globales que, por un lado, reflejan los valores de las personas y, por el otro, se sustentan en una visión integral del desarrollo".

Sin embargo, el pontífice aclaró que es necesario precisar el concepto de "desarrollo". "Cuando hablamos de desarrollo siempre debemos aclarar: ¿desarrollo de qué? ¿Desarrollo para quién?", indicó.

Al respecto señaló que, durante demasiado tiempo, la idea convencional de desarrollo se ha limitado casi por completo al crecimiento económico, advirtiendo que esto "ha guiado al sistema económico moderno por un camino peligroso, que ha evaluado el progreso solo en términos de crecimiento material, por lo que casi estamos obligados a explotar irracionalmente tanto a la naturaleza como a los seres humanos".

Por lo tanto, aclaró Francisco, "una discusión fructífera sobre el desarrollo debería ofrecer modelos viables de integración social y conversión ecológica, porque no podemos desarrollarnos como seres humanos fomentando la desigualdad y la degradación del medio ambiente".

El pontífice manifestó que espera que surjan de la Conferencia "respuestas concretas al grito de la tierra y al grito de los pobres. Compromisos concretos para promover el desarrollo real de manera sostenible a través de procesos abiertos a la participación de las personas. Propuestas concretas para facilitar el desarrollo de los necesitados.





Las cinco P
El papa Francisco indicó que la Agenda 2030 de la ONU propone integrar todos los objetivos a través de las cinco P: personas, planeta, prosperidad, paz y asociación. "Sé que esta conferencia también se articula en torno a estas cinco P", expresó y manifestó su satisfacción por este conjunto integrado de objetivos.

"Un enfoque integral nos enseña que, si bien es ciertamente necesario apuntar a un conjunto de objetivos de desarrollo, esto no es suficiente para un orden mundial justo y sostenible. Los objetivos económicos y políticos deben estar respaldados por objetivos éticos, que presuponen un cambio de actitud, la Biblia diría un cambio de corazón", subrayó el pontífice y resaltó el papel clave que en este aspecto tienen las religiones.

Poblaciones indígenas
Francisco se refirió por último "a un grupo especial de personas religiosas, la de los pueblos indígenas" e indicó que, aunque representan solo el 5% de la población mundial, cuidan de casi el 22% de la superficie terrestre. "Al vivir en áreas como el Amazonas y el Ártico, ayudan a proteger aproximadamente el 80% de la biodiversidad del planeta" y agregó: "En un mundo fuertemente secularizado, tales poblaciones recuerdan a todos lo sagrado de nuestra tierra. Por estas razones, sus voces y preocupaciones deben ser fundamentales para el cumplimiento de la Agenda 2030 y en el centro de la búsqueda de nuevas formas de un futuro sostenible. También lo discutiré con mis hermanos obispos en el Sínodo de la Región de Panamá, a fines de octubre de este año".

El Santo Padre concluyó señalando que "los desafíos son complejos y tienen múltiples causas; Por lo tanto, la respuesta solo puede ser compleja y articulada, respetuosa de las diferentes riquezas culturales de los pueblos. Si estamos realmente preocupados por desarrollar una ecología capaz de remediar el daño que hemos hecho, ninguna rama de las ciencias y ninguna forma de sabiduría deben quedar fuera, y esto incluye las religiones y los idiomas que les son propios".

"Este es el cambio que requieren las circunstancias actuales, porque la injusticia que hace llorar a la tierra y a los pobres no es invencible", concluyó Francisco. +