Jueves 28 de marzo de 2024

El papa Francisco y el patriarca Copto, reunidos en camino hacia la plena comunión

  • 28 de abril, 2017
  • El Cairo (Egipto)
En el marco de su visita a Egipto, el papa Francisco firmó una declaración conjunta con el patriarca de los Coptos, Tawadros II, en la que destacan su relación "cada año más sólida", y el crecimiento "en cercanía, fe y amor en Cristo nuestro Señor". El encuentro tuvo lugar en la sede del patriarcado de El Cairo.
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El papa Francisco y el patriarca de los Coptos, Tawadros II, concluyeron su encuentro en la sede del patriarcado de El Cairo con la firma de una declaración conjunta.

El documento destaca el privilegio que significa el encuentro para ambos líderes, quienes lo consideran "una señal de que nuestra relación es cada año más sólida, y de que seguimos creciendo en cercanía, fe y amor en Cristo nuestro Señor".

Esta experiencia de comunión, advierten, reviste un significado especial para los esfuerzos actuales, "encaminados a restaurar la plena comunión".

"La mayor parte de las relaciones que existieron en los primeros siglos entre la Iglesia Católica y la Iglesia Copta Ortodoxa han continuado hasta nuestros días", detallan, a pesar de las divisiones, y han sido recientemente revitalizadas.

El Papa y el Patriarca consideran necesario "que intensifiquemos nuestros esfuerzos comunes y perseveremos en la búsqueda de la unidad visible en la diversidad, bajo la guía del Espíritu Santo".

"Con profunda gratitud recordamos nuestro encuentro fraterno en Roma, el 10 de mayo de 2013, y el establecimiento del 10 de mayo como el día en el que cada año profundizamos la amistad y la fraternidad entre nuestras Iglesias. Este renovado espíritu de cercanía nos ha permitido discernir una vez más que el vínculo que nos mantiene unidos lo recibimos de nuestro único Señor el día de nuestro Bautismo. Porque es a través del Bautismo que nos convertimos en miembros del único Cuerpo de Cristo que es la Iglesia. Esta herencia común es la base de nuestra peregrinación hacia la plena comunión, a medida que crecemos en el amor y la reconciliación", detallan.

En su documento, Francisco y Tawadros II se comprometen a seguir los pasos de Shenouda III y Juan Pablo II quienes, reunidos durante el gran Jubileo del año 2000 comenzaron un camino de crecimiento en la unidad: "que sepamos encontrar nuestra fuerza en Dios, fuente perfecta de comunión y amor", anhelan, destacando la fuerza de la oración, porque "cuando los cristianos oran juntos, se dan cuenta de que lo que los une es mucho más de lo que los divide". El anhelo de comunión y unidad surge del deseo de Cristo "que todos sean uno", y las raíces comunes en la única fe apostólica deben profundizarse.

"Frente a muchos desafíos actuales como la secularización y la globalización de la indiferencia, estamos llamados a ofrecer una respuesta común cimentada en los valores del Evangelio y en los tesoros de nuestras respectivas tradiciones", apuntan, y consideran necesario promover "un fecundo intercambio en la vida pastoral, principalmente en la catequesis y en el mutuo enriquecimiento espiritual entre comunidades monásticas y religiosas".

"Intensifiquemos nuestra incesante oración por todos los cristianos de Egipto y de todo el mundo y, especialmente, por los de Oriente Medio. Las trágicas experiencias y la sangre derramada por nuestros fieles, que han sido perseguidos y asesinados por la única razón de ser cristianos, nos recuerdan aún más que el ecumenismo del martirio es el que nos une y nos anima en el camino hacia la paz y la reconciliación", exhortan.

Con un testimonio de reconciliación y esperanza para la sociedad egipcia, la declaración conjunta pretende ser "una semilla plantada que produzca frutos de justicia y de paz". Ambos líderes advierten la importancia de la libertad religiosa, que "es la piedra angular de todas las demás libertades" y recuerdan que "la sangre de tantos mártires será semilla de unidad entre todos los discípulos de Cristo, signo e instrumento de comunión y paz para el mundo".

La declaración concluye con un compromiso mutuo de "no repetir el bautismo a ninguna persona que haya sido bautizada en algunas de nuestras Iglesias y quiera unirse a la otra.+