Viernes 11 de octubre de 2024

El Papa, a los teatinos: abrazar con alegría la renovación, la comunión y el servicio

  • 14 de septiembre, 2024
  • Ciudad del Vaticano (AICA)
Francisco se dirigió, en la Basílica de San Pedro, a los miembros de la Orden Teatina, con ocasión del aniversario de la profesión solemne de su fundador, San Cayetano, y de sus primeros compañeros.
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El Papa Francisco animó a los regulares teatinos a abrazar con alegría los caminos de renovación, comunión y servicio, mientras celebran el aniversario de la profesión solemne de su fundador, san Cayetano, y de sus primeros compañeros.

Con motivo del 500º aniversario de la fundación de la Orden Teatina, el jueves 12 de septiembre, una estatua especial de san Gaetano Thiene llegó en solemne procesión a la Basílica de San Pedro. La estatua, obra del artista maltés Carlo Darmanin, realizada en 1885, representa una visión recibida por el santo en 1517, en la que la Virgen María le entrega al niño Jesús. Esta obra de arte salió de Malta por primera vez, en sus casi 140 años de historia, siendo remitida a la basílica de Sant'Andrea della Valle, ubicada en Roma, la cual es el centro espiritual de los teatinos. 

Con motivo de este acontecimiento y del 500º aniversario de la fundación de la Orden, el Papa Francisco se dirigió a sus miembros en una audiencia en el Vaticano y elogió los logros de san Gaetano Thiene. El pontífice recordó que la congregación fue fundada en un momento en que la Iglesia necesitaba renovación. Gaetano Thiene y sus compañeros se dedicaron a ese objetivo -la reforma de la iglesia a través de la autorreforma personal-, cuando hicieron sus votos el 14 de septiembre de 1524.

Particularmente impresionante fue el cuadro que pintó el Papa en su discurso acerca de la época de la fundación de la orden: los teatinos no tomaron sus votos en un edificio terminado, sino en una "obra en construcción". En esa época, la antigua Iglesia de San Pedro fue derribada y sustituida por la actual basílica. Para Francisco, ese es un poderoso símbolo de la necesidad de renovación de la Iglesia. "La fidelidad debe ser renovada", dijo, subrayando que, en cada vida espiritual y comunidad eclesial, es necesario dejar atrás lo viejo para dejar espacio a lo nuevo.



Caminos valientes de renovación
"Hermanos", dijo el Papa, "esta es una imagen que nos ayuda a reflexionar sobre la necesidad -para permanecer fieles a nuestra misión- de emprender caminos valientes de renovación".

Insistió en que "la fidelidad debe renovarse", y añadió: "No puede haber fidelidad que no se renueve; permaneciendo fundados sobre lo viejo, sí, pero al mismo tiempo dispuestos a demoler lo que ya no sirve para construir algo nuevo, dóciles al Espíritu y confiados en la Providencia". "Esto es renovación", señaló.

Un hogar acogedor no se construye solo
El Obispo de Roma destacó además la importancia de la renovación, basándose nuevamente en la historia de la basílica y recordando a los "famosos artistas, hábiles artesanos y numerosos obreros" que trabajaron para llevar el templo a su finalización.

"También esto es una señal importante", afirmó. "Una casa acogedora no la construimos solos, sino juntos, en comunidad, valorizando la contribución de todos".

Por último, el Papa subrayó la importancia del servicio: "Los proyectos más bellos no habrían tenido éxito si la gente no se hubiera puesto manos a la obra".

San Cayetano lo demostró, dijo, "con las numerosas obras de caridad que promovió". Pero esto nos lo enseñó antes Jesús, añadió el Papa, "que vino no para ser servido sino para servir y dar la vida" en la cruz.


Abracemos con alegría la renovación, la comunión y el servicio
Maravillado, una vez más, ante la belleza de la basílica de San Pedro, el Papa Francisco subrayó que el edificio es sólo un símbolo de la realidad de la Iglesia.

"Hace quinientos años -dijo- sus fundadores no consagraron su vida a una obra de ladrillos y mármoles, sino de piedras vivas; consagraron su vida a la Iglesia, con 'I' mayúscula, a la Iglesia, esposa de Cristo, Pueblo de Dios, Cuerpo Místico del Señor".

Francisco concluyó su discurso con una invitación a toda la familia teatina a "abrazar con alegría, en el actual Jubileo, intenciones de renovación, de comunión y de servicio".+