Viernes 26 de julio de 2024

El Papa a los fieles siro-malabares: la unidad es un deber

  • 13 de mayo, 2024
  • Ciudad del Vaticano (AICA)
Al reunirse con la principal rama de esa Iglesia, dividida por una feroz disputa litúrgica, Francisco subrayó la importancia de la obediencia a las autoridades eclesiásticas.
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El Papa Francisco se reunió con el arzobispo mayor Raphael Thattil, líder de la Iglesia católica siro-malabar de Kerala. En su discurso, el pontífice abarcó una serie de temas, desde la historia antigua de la Iglesia en Kerala hasta la disputa litúrgica que se libra allí desde hace varios años.

El Papa Francisco comenzó su discurso reflexionando sobre la antigua fe de la Iglesia siro-malabar: "Los fieles de su querida Iglesia -dijo- son conocidos no sólo en la India, sino en todo el mundo, por el 'vigor' de su fe y de su piedad".

Refiriéndose al hecho de que, durante muchos años, los misioneros occidentales intentaron obligar a los cristianos de Kerala a adaptarse a las tradiciones europeas, el Santo Padre dijo que "algunos miembros de la fe" cometieron "actos desafortunados contra vosotros", debido a su "insensibilidad" hacia la Historia de las iglesias antiguas de la India.

La Iglesia siro-malabar, añadió el Papa, es particularmente importante hoy, en tiempos en los que es común “cortar las raíces que nos conectan con el pasado”.

“El Oriente cristiano”, afirmó, “nos permite beber de fuentes de espiritualidad antiguas y siempre nuevas; estos se convierten en manantiales frescos que aportan vitalidad a la Iglesia”.

Unidad y obediencia
Refiriéndose al enfrentamiento sobre la liturgia que desde hace tiempo divide dolorosamente a la Iglesia siro-malabar, con el clero y gran parte de los fieles de la arquidiócesis de Ernakulam-Angamaly negándose a celebrar la Eucaristía con el "rito unificado", adoptado hace casi tres años por el sínodo local, el Papa dijo que había “recientemente enviado cartas y un mensaje en video a los fieles rebeldes, advirtiéndoles de la peligrosa tentación de centrarse en un solo detalle”.

Ese peligro, dijo, proviene de “una autorreferencialidad, que lleva a no escuchar otra forma de pensar que la propia”. Y es aquí, advirtió el Papa, donde “el diablo se infiltra”, con el objetivo de socavar el deseo de Jesús de que nosotros, sus discípulos, “seamos uno”.

“Por esta razón”, subrayó el Papa, “guardar la unidad no es una exhortación piadosa, sino un deber” .

El camino hacia la unidad
"Trabajemos con determinación para proteger la comunión", instó el Sucesor de Pedro, y "oremos incansablemente" para que aquellos que se negaron a aceptar las decisiones de la Iglesia en cuestiones litúrgicas "puedan darse cuenta de que son parte de una familia más grande, que los ama y espera."

“Reunámonos y discutamos sin miedo”, dijo el Papa, pero “sobre todo, recemos para que la luz del Espíritu, que reconcilia las diferencias y hace que las tensiones vuelvan a la unidad, resuelva las disputas”.

"Hay una certeza", subrayó el Papa: "El orgullo, las recriminaciones y la envidia no vienen del Señor y nunca conducen a la concordia y a la paz".

Conclusión
"Sé que la vida de muchos cristianos en muchos lugares es difícil -continuó-, pero la diferencia cristiana consiste en responder al mal con el bien, en trabajar incansablemente con todos los creyentes por el bien de todas las personas. Como el apóstol Tomás, miramos las llagas de Jesús, que todavía hoy son visibles en los cuerpos de tantas personas hambrientas, sedientas y descartadas, en las cárceles, los hospitales y a lo largo de las calles; tocando con ternura a estos hermanos y hermanas, acogemos al Dios vivo en medio de nosotros. Como Santo Tomás, miramos las llagas de Jesús y vemos cómo de esas llagas, que habían aturdido a los discípulos y podían haberlos sumido en una culpa irreparable, el Señor hizo brotar canales de perdón y de misericordia".

Por último, unas palabras especiales fueron dirigidas por el Papa Francisco a los fieles de la comunidad siro-malabar de Roma, presentes en el encuentro: "Desde esta Iglesia, que preside la comunión universal de la caridad, están llamados a rezar y a cooperar de manera especial por la unidad dentro de su Iglesia, no sólo en Kerala, sino en toda la India y en el mundo. Kerala es una mina de vocaciones. Recemos para que siga siéndolo".

Una disputa litúrgica de larga data
La Iglesia Siro-Malabar es una de las dos anntiguas Iglesias Orientales presentes en el sur de la India (principalmente en el actual estado de Kerala). Sus orígenes se remontan al siglo I después de Cristo y están relacionados con las actividades de Santo Tomás Apóstol, quien -según la antigua tradición- después de la resurrección del Señor Jesús y la dispersión de sus discípulos por el mundo, llegó al sur de la actual India. Pertenece a la tradición litúrgica caldea (una de las cinco existentes en la Iglesia católica, sin contar la latina).

A lo largo de los siglos, esas Iglesias han experimentado diversas vicisitudes, entre ellas, a finales del siglo XVI, bajo la influencia de los misioneros portugueses que comenzaron a llegar allí, algunos de ellos reconocieron la autoridad del Papa. Esta unión fue rota y renovada varias veces, pero desde 1662 continúa sin interrupción hasta el día de hoy, y desde 1896 existen estructuras propias de la Iglesia Católica Siro-Malabar, que desde el 16 de diciembre de 1992 tiene el rango de arzobispado mayor de Ernakulam-Angamaly. Desde el 24 de mayo de 2011 al 7 de diciembre de 2023, la sede estuvo encabezada por el arzobispo George Alencherry, quien fue nombrado cardenal por Benedicto XVI el 18 de febrero de 2012.

La Iglesia está dividida en 5 metrópolis, que incluyen 35 arquiparquías (arquidiócesis) y eparquías (diócesis), incluidas 21 en Kerala, 10 en otros estados de la India y 4 eparquías fuera de la India: en Australia, Canadá, Estados Unidos y Gran Bretaña. El episcopado Siro-Malabar está formado por 67 miembros, 20 de los cuales están jubilados. El número de creyentes se estima en aproximadamente 3,8 millones, en la India y en la diáspora.

Desde finales del siglo XX, en esta Iglesia se producen violentas disputas entre algunos fieles y el clero en torno a la celebración de la Eucaristía, que se intensificaron en agosto de 2021, cuando los obispos locales acordaron una forma uniforme de celebrar la Santa Qurbana, es decir, misa según la tradición local. El principal tema de discrepancia es la actitud del sacerdote durante la liturgia: si debe estar de pie frente a los fieles o vuelto hacia el altar y de espaldas a ellos. En el pasado, existían libertades a este respecto en varias diócesis, lo que a veces incluso provocaba disputas entre el clero y los fieles cuando la liturgia se celebraba en otra diócesis.

Después de varios años de acaloradas discusiones, los obispos siro-malabares acordaron una solución de compromiso: el sacerdote estará de pie frente al pueblo durante la primera parte de la celebración y durante la Liturgia de la Palabra; luego se volverá hacia el altar para la consagración y las oraciones eucarísticas; y luego, al final, después de la comunión, se volverá nuevamente hacia los fieles. Estas normas, elaboradas después de varios años de intensos debates, entraron oficialmente en vigor el primer domingo de Adviento de 2021.

Sin embargo, resultó que el compromiso alcanzado no satisfizo a muchos creyentes, especialmente en la arquidiócesis primada de Ernakulam-Angamaly. Una gran parte del clero, apoyado por los laicos, rechazó esta solución y, hasta el día de hoy, celebran la liturgia a la antigua usanza, es decir, de cara a los fieles.+