Viernes 29 de marzo de 2024

El obispo de San Luis llama a estar más cerca de Jesús, la gente y los pobres

  • 27 de diciembre, 2021
  • San Luis (AICA)
En su mensaje de Navidad, monseñor Gabriel Barba anhela que la comunidad diocesana sea "cada día más evangélica, más cercana a Jesús y podamos llegar a los que no llegamos"
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El obispo de San Luis, monseñor Gabriel Bernardo Barba, recordó que para llegar al pesebre de Belén “María debió escuchar la voz del ángel y decirle sí al llamado del Señor” y San José también, en sueños, escuchó que “había que proteger al Niño y llevarlo a Egipto”.

“Los magos de Oriente también fueron orientados y escucharon que había nacido el Rey de Israel, los pastores también escucharon y fueron a adorar al Niño”, agregó en su mensaje de Navidad.

El prelado sanluiseño señaló que este tiempo del Sínodo de la Sinodalidad los obispos y la comunidad diocesana toda está llamada a escuchar la voz de la gente y del Espíritu, y caminar juntos.

“El pesebre de Belén es el despojo. Dios que se hizo pobre y habitó entre nosotros”, subrayó.

Monseñor Barba sostuvo que en esta Navidad “estamos invitados como Iglesia en San Luis a vivir este pesebre, a hacer lo posible, a despojarnos” y preguntó: ¿De qué tenemos que despojarnos? 

“Los invito a que escuchemos la voz de la gente, de aquellos que no se acercan. Escuchar con sus palabras, mirar con sus ojos y ver qué nos dice Dios, de qué nos tenemos que despojar”, propuso.

“Para que nuestra Iglesia en San Luis sea cada día más evangélica, más cercana a Jesús y podamos llegar a los que no llegamos, y podemos tener en nuestro corazón y en nuestras comunidades la mayor de las fidelidades posibles”, puntualizó.

Monseñor Barba deseó muy feliz Navidad y expresó su deseo de que “esta Navidad sea, justamente, el Dios con nosotros, un tiempo de conversión y que como Iglesia en San Luis estemos cada día más cerca de Jesús, de la gente y de los pobres”.



"Encontrar luz en las tinieblas"
En Nochebuena, el obispo celebró la misa en el Monasterio de Belén, en Merlo, al norte de la provincia de San Luis. En su homilía, comentó, citando la primera lectura: “El pueblo que caminaba en las tinieblas vio una gran luz”. y resaltó que “de ello son partícipes y testigos aquellos pastores que vigilaban a sus rebaños de noche”.
“Tenemos nuestras propias tinieblas, cada uno”, señaló y manifestó: “Yo sentía? que, una vez ma?s, no vengo solo a celebrar esta vigilia. Traigo la diócesis de San Luis. Traigo la historia de mi caminada por aquí, de pastoreo de esta diócesis. También traigo aquellos diálogos, aquello que voy escuchando, aquellos dolores y aquellas heridas. Tantas sombras que me toca ir compartiendo, también las traemos aquí ?para que sean iluminadas por esta luz de la vigilia, por esta luz del nacimiento de Belén”.
En cuanto a esto, profundizó: “Para algunos las tinieblas es el veredicto de una enfermedad. Para otros es la oscuridad de la pérdida de un hijo, para otros es la oscuridad de un hijo desaparecido”. Y recordó a Guadalupe, la niña de San Luis, desaparecida hace seis meses: “¿Cómo va a desaparecer un hijo?, eso responde claramente a las tinieblas de nuestra sociedad. Y en estas tinieblas es donde tiene que brillar la luz”, exhortó.
En ese sentido, remarcó, haciendo referencia su mensaje previo, que “en estas tinieblas es donde nosotros estamos invitados a encontrar la luz que viene a iluminar para levantarnos, pero para poder llegar a eso, hay que aprender a escuchar”.
“Dios que nos habla, algunos han tenido el privilegio de tener mensajeros directos, como la Virgen, San José?, pero también el Espíritu Santo nos va hablando por medio de la historia y por medio de nuestros hermanos de camino”, concluyó. +