Jueves 25 de abril de 2024

El obispo de Mar del Plata celebró una misa en el lugar de la tragedia

  • 21 de enero, 2014
  • Villa Gesell (Buenos Aires)
Una gran multitud se congregó el domingo en la misa que presidió Mons. Antonio Marino, obispo de Mar del Plata, en el balneario Áfrika, de Villa Gesell, donde hace más de diez días cayó un rayo que provocó la muerte de 4 jóvenes turistas y varios heridos; por ellos y sus familiares se rezó en esta misa. Concelebraron los presbíteros Eduardo Torre y Christian Caballero, párroco y vicario, respectivamente, de la Inmaculada Concepción, la parroquia del lugar. Estuvo presente el intendente municipal, Jorge Rodríguez Erneta, acompañado con otras autoridades. Representantes de la Cruz Roja, Defensa Civil, Policía, Bomberos y Scouts también participaron de la Eucaristía y fueron espontáneamente aplaudidos por los presentes, en un gesto de reconocimiento a su tarea en el episodio ocurrido días atrás.
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Una gran multitud de personas se congregó el domingo en la misa que presidió el obispo de Mar del Plata, monseñor Antonio Marino, en el balneario Áfrika, de Villa Gesell, donde hace más de diez días ocurrió la caída de un rayo que provocó la muerte de cuatro jóvenes turistas y varios heridos; por ellos y sus familiares se rezó especialmente en esta misa.

Concelebraron con el obispo los presbíteros Eduardo Daniel Torre y Christian Caballero, párroco y vicario parroquial, respectivamente, de la Inmaculada Concepción, la parroquia del lugar. Estuvo presente el intendente municipal de Villa Gesell, Jorge Rodríguez Erneta, acompañado con otras autoridades. Representantes de la Cruz Roja, Defensa Civil, Policía, Bomberos y Scouts también participaron de la Eucaristía y fueron espontáneamente aplaudidos por los presentes, en un gesto de reconocimiento a su tarea en el episodio ocurrido días atrás.

Palabras de Mons. Marino
"Queridos hermanos en el Señor, mi presencia en Villa Gesell está vinculada con un plan de visitas que hago habitualmente, como obispo de esta diócesis, a los lugares de veraneo, con el fin de desearles una feliz estadía y traerles un mensaje de fe. Pero a diez días del trágico accidente natural en el que perdieron la vida cuatro jóvenes turistas en este mismo lugar, el sentido de mi presencia asume la forma de un gesto de profunda solidaridad con los difuntos y con el dolor de sus familiares, y también con las personas afortunadamente vivas que sufrieron consecuencias", dijo el obispo al inicio de su homilía. "Por eso -continuó- celebramos aquí junto al mar la santa Misa, convencidos de que sólo la Palabra de Dios y la gracia divina pueden traer un consuelo e iluminar un sentido, en medio de tanto desconsuelo humano".

Seguidamente monseñor Marino habló del sufrimiento humano y del que experimentó el mismo Jesús. "Si logramos entender el significado de la Palabra de Dios, nos disponemos a obtener luz sobre nuestros sufrimientos y el de nuestros hermanos. Cristo no nos habla del sufrimiento desde afuera dice la carta a los Hebreos, ?aunque era Hijo de Dios, aprendió por medio de sus propios sufrimientos lo que significa obedecer. De este modo Él alcanzó la perfección y llegó a ser causa de salvación eterna para todos los que le obedecen?. Jesús es nuestra luz, no tenemos otra. Él irá curando nuestro dolor y disipando nuestra oscuridad mediante nuestra fe alimentada en la oración".

Finalmente invitó a todos los turistas y a los habitantes de Villa Gesell presentes, a unirse en oración por los difuntos y familiares y por los heridos en la tragedia, "elevando al cielo", esta plegaria: "Padre de las misericordias y Dios de todo consuelo, te pedimos por estos hijos tuyos y hermanos nuestros que han sido alcanzados por la desgracia. Algunos han partido, otros se debaten en el dolor. Parientes y amigos lloran una ausencia, o se conmueven por la desdicha. Todos miramos hacia ti, el único que en tu Hijo Jesucristo puedes aportar luz, consuelo y esperanza. Unidos a María, Madre de Jesús y consuelo de los afligidos, imploramos para todos el don de tu paz. Amén".

Un emotivo momento de la Eucaristía se vivió cuando los dueños del balneario llevaron las ofrendas al altar. La comunidad de Villa Gesell, junto con los turistas que se acercaron al balneario, rezaron unidos, como se lo viene haciendo desde el 9 de enero, por los jóvenes fallecidos, los heridos y el consuelo de familiares y amigos, y agradecieron al pastor de la Iglesia Católica de Mar del Plata por su cercanía y presencia.+ (Jimena Ciuró)

Texto completo de la homilía

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