Martes 2 de septiembre de 2025

El Cristo de la Quebrada inició su peregrinación jubilar por la costa de San Luis

  • 2 de septiembre, 2025
  • San Luis (AICA)
El trayecto comprende La Punilla, continuando su paso por Villa del Carmen, El Recuerdo, Papagayos, Villa Larca, Paraje Balcarce, Cortaderas, Villa Elena, Los Molles y Carpintería.
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Luego de haber recorrido el Sur y el Noroeste de la provincia de San Luis, el Cristo de la Quebrada inició este 2 de septiembre una nueva etapa de su peregrinación jubilar. 

Esta vez, el recorrido será por la costa de Los Comechingones, comenzando en La Punilla y continuando su paso por Villa del Carmen, El Recuerdo, Papagayos, Villa Larca, Paraje Balcarce, Cortaderas, Villa Elena, Los Molles y Carpintería.


Una vez más, la sagrada imagen saldrá al encuentro de los fieles para llevar su bendición a pueblos y comunidades, en este camino de fe que se vive como un hecho histórico para San Luis.

Historia de la devoción
La devoción al Cristo de la Quebrada tuvo su origen en un hecho ocurrido entre 1847 y 1868, cuando Tomás Alcaraz, propietario de tierras en la actual zona de Villa de la Quebrada, estaba buscando madera para la construcción de la casa de uno de sus hijos. Encontró un algarrobo mediano y, al clavarle un hachazo, de este se desprendió una astilla, quedando al descubierto una cavidad y, dentro de ella, un crucifijo.

Con amoroso cuidado, don Tomás lo tomó, montó a caballo y, presuroso, regresó a su casa, que se encontraba a una media legua. La noticia del hallazgo se difundió entre los vecinos de El Guanaco.

En la zona no había memoria de que alguien perdiera un objeto de esa naturaleza o lo escondiera en la incipiente concavidad de un árbol en crecimiento; además, la imagen del Cristo no se había roto por el crecimiento del tronco que lo cubría.

Ese fue el primer milagro del Cristo de la Quebrada, en la versión sustentada por la tradición lugareña. Tomás Alcaraz le armó un altar con velas en su casa.

Al día siguiente, el Cristo no estaba, aunque nadie de la familia lo había movido del lugar. Lo encontraron nuevamente en el árbol, lo que fue interpretado como que ese era su lugar y se debía construir allí un templo.

Don Alcaraz decidió levantar entonces el templo que custodiara la milagrosa imagen en el mismo lugar donde la había encontrado, el cual coincide con la explanada del actual santuario.+