El cardenal De Donatis, penitenciario mayor de la Santa Sede

El hasta ahora vicario general de Su Santidad para diócesis de Roma reemplazará en el cargo al cardenal Mauro Piacenza, de 79 años.

El Santo Padre nombró Penitenciario Mayor al cardenal Angelo De Donatis, ex vicario general de Su Santidad para la diócesis de Roma y arcipreste de la basílica pontificia de San Juan de Letrán. Hasta ahora estas funciones las desempeñaba el cardenal Mauro Piacenza, de 79 años, informó la Oficina de Prensa de la Santa Sede.

El cardenal De Donatis nació el 4 de enero de 1954 en Casarano, en el sur de Italia, y fue ordenado sacerdote el 12 de abril de 1980. Se licenció en Filosofía por la Pontificia Universidad Lateranense y obtuvo la licencia canónica en teología moral por la Pontificia Universidad Gregoriana. Inicialmente trabajó pastoralmente y luego fue director espiritual en el seminario romano. 

Durante varios años fue párroco de San Marcos en la Colina Capitolina en el centro de la Ciudad Eterna, que transformó en un centro de espiritualidad. Conocido predicador de retiros, particularmente dedicado a la formación sacerdotal. Dirigió jornadas de retiro y retiros para monjes y monjas.

En 2014, el Santo Padre le encomendó la dirección de retiros para la Curia Romana. El 14 de septiembre de 2015 fue nombrado obispo auxiliar de la diócesis de Roma, recibiendo la sede titular de Motul. Fue consagrado por el Papa Francisco el 9 de noviembre de 2015. El 26 de mayo de 2017, el Santo Padre lo nombró vicario general para la diócesis de Roma y al mismo tiempo arcipreste de la Basílica de San Juan de Letrán. El 28 de junio de 2018 fue incorporado al Colegio Cardenalicio.

La Penitenciaría Apostólica
Las competencias de la Penitenciaría Apostólica incluyen todo lo que concierne al ámbito interno y las indulgencias como expresión de la misericordia de Dios. Este "tribunal de conciencia" está gestionado por la Penitenciaría Mayor, asistida por un regente (actualmente sacerdote polaco, monseñor Krzysztof Nykiel de la arquidiócesis de Lódz), con el que cooperan varios funcionarios. Internamente, tanto sacramental como extrasacramentalmente, concede exenciones de censuras, dispensas, intercambios, sanaciones, remisiones y otras gracias. 

La Penitenciaría Apostólica también garantiza que en las basílicas papales de Roma haya un número suficiente de confesores con las autorizaciones adecuadas. Supervisa la correcta formación de los confesores nombrados en las basílicas papales y de los nombrados en otros lugares.

Se encomendó a la Penitenciaría Apostólica todo lo relativo a la concesión y uso de las indulgencias, manteniendo las competencias del Dicasterio para la Doctrina de la Fe en el análisis de todas las cuestiones doctrinales, así como del Dicasterio para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos en el ámbito ritual.+