Dos papas santos y sus aportes a la Iglesia Greco-Católica Ucrania
- 6 de mayo, 2014
- Buenos Aires (AICA)
Con motivo de la reciente canonización de los papas Juan XXIII y Juan Pablo II, el vicario general de la Eparquía Santa María del Patrocinio en Buenos Aires de los Ucranios, padre Luis Glinka OFM, hizo público un escrito en el que reflexiona acerca de la aportación de estos dos santos papas a la Iglesia Greco Católica, tanto en Ucrania como en otros países, y al pueblo ucranio. Se han rescatado muchos aspectos positivos realizados por la Iglesia de Cristo, por la paz de los pueblos y por el hombre sin distinción de religión. Los ucranios católicos debemos recordar lo que han aportado estos dos papas a la Iglesia Greco Católica en Ucrania y en la diáspora y al pueblo ucranio en particular.
El domingo 27 de abril de 2014 los fieles católicos y de otras confesiones vivieron un momento de gran trascendencia religiosa y espiritual.
El papa Francisco, con la participación del papa emérito Benedicto XVI, canonizó a dos papas: Juan XXIII y Juan Pablo II. Muchos son los que han comentado y escrito sobre este importante acontecimiento para la Iglesia Católica Universal, algunos lo han hecho con signos de fe en Dios que todo lo gobierna y otros lo han comentado, tomando el lado humano de ellos, sin alguna presencia divina. Se ha hablado del Papa Bueno, del Papa del Concilio Ecuménico Vaticano II, del Papa de la familia, del Papa viajero. Se han rescatado muchos aspectos positivos que han obrado por la Iglesia de Cristo, por la paz de los pueblos y por el hombre sin distinción de religión.
Los ucranios católicos debemos recordar lo que han aportado estos dos santos papas a la Iglesia Greco-Católica en Ucrania y en la diáspora y al pueblo ucranio en particular.
San Juan XXIII y los ucranios
Recordemos la breve pero muy importante actividad para nosotros de San Juan XXIII, quien convocó el Concilio Ecuménico Vaticano II y en él una de las principales propuestas de este santo fue la unidad de las Iglesias en la comunión católica, que lamentablemente no prosperó dadas las dificultades interpuestas por los ortodoxos.
Un hecho importantísimo para la Iglesia Católica Ucrania fue la preocupación de Juan XXIII por la integridad física y espiritual del Metropolita Josyf Slipyj y el logro de su liberación de los campos de trabajos forzados en Siberia, donde se encontraba desde hacía 18 años condenado por el régimen comunista de la Unión Soviética. Tras su liberación lo nombró Arzobispo Mayor de la Iglesia Greco-Católica de Ucrania.
Luego la constante preocupación del santo papa por el crecimiento de la Iglesia Católica Ucraniana en la diáspora, nombrando obispos y estructurando sus eparquías en Occidente.
Durante las sesiones del Concilio Vaticano II aprobó dos decretos muy importantes para las iglesias católicas orientales y sobre el ecumenismo.
Otros numerosos actos realizados por San Juan XXIII rn favor de la Iglesia y el pueblo ucranios culminaron con el nombramiento "in pectore" como cardenal de la Iglesia Universal al Arzobispo Mayor de la Iglesia Greco-Católica Ucrania monseñor Josyf Slipyj.
San Juan Pablo II y la Iglesia del silencio
Ahora, un breve recorrido, enumerando los hechos de San Juan Pablo II a favor de la Iglesia Católica de Ucrania que, siendo él mismo de origen eslavo y conociendo el sistema ateo del comunismo reinante, entendió perfectamente la situación dolorosa de la Iglesia del silencio ?la de las catacumbas-.
Fueron muchos los actos cumplidos por San Juan Pablo II por la Iglesia Greco-Católica Ucrania y por su pueblo. Aquí solamente presentamos algunos pocos de los más importantes de su papado.
Su personalidad y su gravitación mundial tuvo una muy grande e histórica influencia en la caída del muro de Berlín.
En el año 2001 llegó a Ucrania donde visitó al pueblo ucraniano en Kyiv y en Lviv, proclamando allí como beatos a 27 mártires ucranios por la fe.
Con una Carta Apostólica conmemoró los 1000 años del Bautismo de la Rus?-Ucrania.
Visitó a las comunidades ucranias en la diáspora, entre ellas a la de la Argentina, en Buenos Aires el 10 de abril de 1987.
Prosiguió con la estructuración jurídica de las eparquías que se iban creando tanto en Ucrania como en la diáspora.
Su principal preocupación fue el retorno de los hermanos ortodoxos a la catolicidad, es decir el logro de una Iglesia con dos pulmones.
Continuamente exhortaba a los católicos de los ritos orientales para que mantengan sus tradiciones litúrgicas, conservando la unidad en la fe, en la comunión y en la diversidad de tradiciones de sus "Iglesias sui iuris".
La Iglesia Católica ucrania siempre tendrá a ambos santos papas en sus altares para el culto y la veneración, en agradecimiento por todo lo que han realizado e intercedido para la existencia de pleno derecho de la Iglesia a la querían borrar de la historia eclesial.
Hermanos: invoquemos siempre a estos dos santos Papas, que desde el Reino Celestial nos continuarán ayudando y protegiendo ante los persistentes ataques del enemigo que no deja de perseguirnos.+ (P. Luis Glinka OFM).
