Jueves 22 de mayo de 2025

Dabusti: 'El Papa fue un gran comunicador de los gestos y los silencios'

  • 26 de abril, 2025
  • Buenos Aires (AICA)
Así lo recordó quien fue colaborador de Bergoglio en el área de prensa del arzobispado de Buenos Aires. Desde Roma, donde participó del funeral, contó sus recuerdos de 31 años de cercanía de padre.
Doná a AICA.org

Roberto Dabusti, antiguo colaborador de Jorge Bergoglio en el área de prensa del arzobispado de Buenos Aires, habló con AICA sobre los recuerdos junto al Papa Francisco y sobre el impacto de su muerte y el legado que deja el pontífice.

La charla fue en Roma, adonde viajó para participar de los funerales, Dabusti dio detalles de cómo fueron estos 31 años de cercanía de padre con quien falleció el 21 de abril, tras 12 años de pontificado.  

"La última vez que lo vi fue el año pasado para la canonización de Mama Antula, después nos fuimos intercambiando mensajes por mail, como hacía habitualmente, y el viernes pasado, el Viernes Santo, recibí un mail del secretario, en el cual me decía que quería agradecerme el correo que le había mandado, con las novedades, y que me pedía disculpas por no poder contestarme directamente, como lo hacía siempre, pero por la convalecencia, se lo dificultaba. Entonces, quería mandarme un saludo y una bendición para mí y para toda mi familia, en esta Semana Santa y Pascua", contó.

Consultado sobre el impacto por la noticia de su muerte, expresó: "Me veía venir la noticia, cuando lo vi el domingo salir al balcón a dar la bendición Urbe et Orbi, no lo vi bien, sobre todo en el rostro, y después cuando fue a recorrer con el papamóvil la plaza, ahí lo vi también como que no interactuaba tanto como hacía siempre; que iba mirando, se lo notaba débil".

Los recuerdos y los gestos de comunicador
Dabusti recordó su etapa de trabajo en el arzobispado de Buenos Aires, cuando lo puso a trabajar al lado de él, cuando compró un fax para que se pudieran mandar las gacetillas de prensa. "Fueron muchos momentos compartidos: Semana Santa, Navidad, tedeums, peregrinaciones a Luján, a San Cayetano. Muchas vivencias en estos 31 años, yo lo conozco desde 1994", puntualizó.


"Era un gran comunicador, ya que se comunicaba con sus gestos, con los silencios, muchas veces silencios de oración, silencios de no responder calumnias o cosas que no eran favorables. Rescato los gestos y silencios, fueron algo muy destacable en su forma de comunicar y yo, como comunicador, aprendí mucho de eso también, el poder ver las cosas desde otro lugar", profundizó.

El antiguo colaborador de Bergoglio dijo que como católico le enseñó a "practicar la humildad, la simpleza, el servicio hacia los demás, los detalles, esos pequeños grandes detalles que hacen a la figura que nos pide Jesús, de la humildad; del trabajar por el otro y con el otro; a mirar a los ojos. Él acudía mucho a los silencios y a las miradas, era poco lo que hablaba, era más lo que escuchaba, pero siempre el mirar a los ojos y una mirada que iba más allá de ver, si no era mirar con profundidad".

El legado de Francisco
Dabusti consideró que "el regalo más grande que deja al pueblo de Dios es la figura de un Papa cercano a la gente, un Papa que puede salir a la calle a comprar sus anteojos o a comprar un CD de música; ir a visitar a un amigo que se le murió su mamá o ir a visitar los enfermos al hospital". 


"Acá la gente en Italia dice murió Francisco, no te dice murió el Papa, porque yo creo que es por eso mismo, por la cercanía que sentían, que tenían con él y él con la gente. Eso de mirar con profundidad, esa mirada de cercanía y de acercarme que el verdadero poder es el servicio; y el estar de lunes a lunes pensando y trabajando por y para la Iglesia, agregó.

La despedida
A modo de despedida, Dabusti dijo: "Un modo de hacerlo es la oración, mirar estos 31 años vividos desde que lo conocí, con muchas vivencias como arzobispo, también como Papa. También tener una cercanía siempre con mi familia, el preocuparse por los chicos.

"La famosa anécdota de que él nos anunció que se venía Tomás, nuestro quinto hijo, y siempre preguntándonos cómo están los chicos, cómo está Ana. Eso, la simpleza de ser Papa y de ir a visitarlo a Santa Marta y acompañarte hasta la puerta y saludarte desde allí, y uno piensa pero es el Papa, ¿no?", reconoció.+