Centenario del Consudec: 'Celebrar la pasión de educar'
- 10 de junio, 2025
- Buenos Aires (AICA)
Adrián Álvarez, presidente de la institución, hace un balance, recuerda a quienes contribuyeron a su crecimiento y plantea los desafíos que se vienen, entre ellos el Pacto Educativo Argentino.

El presidente del Consejo Superior de Educación Católica (Consudec), Adrián Álvarez, tituló "Celebrar la pasión de educar" una nota por el centenario de la creación de esta entidad por parte de la Conferencia Episcopal Argentina.
"A 100 años de ese acontecimiento el objetivo propuesto por los obispos sigue tan vigente como siempre: la unidad de todos los establecimientos y organismos diocesanos de la educación católica del país", destacó.
"Nuestra historia, con sus luces y sombras, nos permite reconocer nuestras fortalezas y nuestras debilidades, aprender y crecer", planteó.
Álvarez afirmó que "esta celebración nos impulsa a dar respuesta a los desafíos presentes de nuestra educación y a proyectarnos hacia el futuro para generar los cambios necesarios para construir un país más justo, equitativo, fraterno y solidario, donde nadie quede excluido de los beneficios de la vida en sociedad, cimentado en los valores del diálogo, la tolerancia y el respeto por los derechos humanos".
"Los desafíos que el papa Francisco nos propusiera en el Pacto Educativo Global son hoy los ejes para esa transformación: la centralidad de la persona, la escucha a las nuevas generaciones, la promoción del papel de la mujer, responsabilizar a las familias, escuelas abiertas a la acogida, la renovación de la economía y la política y el cuidado de la casa común", puntualizó.
Texto de la nota
El 9 de junio de 1925 el episcopado argentino daba a conocer la pastoral colectiva sobre la creación del Consudec.
A 100 años de ese acontecimiento el objetivo propuesto por los obispos sigue tan vigente como siempre: la unidad de todos los establecimientos y organismos diocesanos de la educación católica del país. "Este es el espíritu misionero que debe animarnos, sin encerrarnos en nuestro pequeño grupo ni sentirnos superiores al mundo; estamos llamados a ofrecer el amor de Dios a todos, para que se realice esa unidad que no anula las diferencias, sino que valora la historia personal de cada uno y la cultura social y religiosa de cada pueblo" (Papa León XIV, Homilía de la misa de asunción del ministerio petrino,18 de mayo de 2025).
En esta primera centuria de vida, el Consudec no sólo impulsó la educación católica a lo largo de todo el país, sino que ha sido actor principal en todos los ámbitos, niveles y modalidades de la educación argentina. Los Cursos de Rectores que daban inicio a cada ciclo lectivo, las charlas, conferencias y publicaciones donde se aportaba la mirada de la Iglesia y de sus educadores sobre las distintas problemáticas, la creación de su instituto de formación docente, la publicación de la Revista del Consudec que desde 1963 anima y ayuda a la reflexión sobre las distintas temáticas del quehacer educativo y, por supuesto, la activa participación en las discusiones y debates de la educación argentina, dan cuenta del compromiso y el servicio de tantos hombres y mujeres, sacerdotes, religiosos, religiosas y laicos que supieron poner todo de sí para la construcción de esta rica historia.
Nos embarga un sentimiento de gratitud inmensa al Señor por todo lo recibido a través de todos y cada uno de ellos. "Sus vidas y su entrega expresan el compromiso de la Iglesia con la formación de sus hijos y con la sociedad en la que éstos están llamados a actuar para transformarlo todo según Dios" (Mensaje de la Conferencia Episcopal Argentina por el centenario del Consudec). Nuestra historia, con sus luces y sombras, nos permite reconocer nuestras fortalezas y nuestras debilidades, aprender y crecer.
Esta celebración nos impulsa a dar respuesta a los desafíos presentes de nuestra educación y a proyectarnos hacia el futuro para generar los cambios necesarios para construir un país más justo, equitativo, fraterno y solidario, donde nadie quede excluido de los beneficios de la vida en sociedad, cimentado en los valores del diálogo, la tolerancia y el respeto por los derechos humanos. Los desafíos que el Papa Francisco nos propusiera en el Pacto Educativo Global son hoy los ejes para esa transformación: la centralidad de la persona, la escucha a las nuevas generaciones, la promoción del papel de la mujer, responsabilizar a las familias, escuelas abiertas a la acogida, la renovación de la economía y la política y el cuidado de la casa común.
Que María de Luján, Madre de todos los argentinos, nos cobije bajo su manto e interceda ante su Hijo por todos y cada uno de nosotros, por cada una de nuestras comunidades educativas, por cada junta y cada consejo para que sepas responder con valentía y fidelidad a la misión que hoy el Señor nos ha encomendado y bendiga el trabajo cotidiano en cada una de nuestras aulas.
¡FELICES 100 AÑOS DE VIDA! Que sigamos celebrando la pasión de educar.+