Domingo 24 de noviembre de 2024

La Argentina ya tiene una especialista en la Sábana Santa

  • 31 de julio, 2023
  • Buenos Aires (AICA)
La Sábana Santa de Turín es considerada como un "espejo" constante, en el que está siempre reflejado cada tema de naturaleza histórica, arqueológica, teológica y socio-eclesial.
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“No podemos callar lo que hemos visto y oído: que Jesús es verdadero Dios y verdadero hombre”, afirma la profesora y magister Patricia D’Aste, especialista en Estudios Sindónicos egresada de la Pontificia Universidad Regina Apostolorum de Roma, quien con motivo de la muestra “¿Quién es el Hombre de la Sábana Santa? Una búsqueda de rastros”, que recorre las diócesis del país, conversó con AICA sobre la relevancia de ese tema y sobre los estudios más recientes. 

D´Aste es una profesional que se desempeña en el ámbito de la salud, y se encontró atraída por el testimonio silencioso que da la Sábana Santa acerca de ese hombre misterioso, cuyos rastros coinciden con los de la Pasión de Jesucristo relatada en los Evangelios.

¿Qué caracteriza a la Sábana Santa de Turín?
La Sábana Santa o la Síndone de Turín es una tela de lino de 436 cm × 113 cm, que permanece actualmente en la catedral de San Juan Bautista de Turín (Italia) y que cubrió el cuerpo de Jesucristo después de su muerte en la cruz, lo que se comprobaría con la increíble imagen tridimensional que quedó estampada en la tela, provocada al parecer por una misteriosa energía liberada tras su Resurrección. Esta figura humana, de gran precisión anatómica, presenta numerosas marcas, heridas y traumas físicos propios de un hombre fallecido luego de ser cruelmente flagelado y sometido a la crucifixión.

¿Es correcto hablar de la Sábana Santa como el Santo Sudario?
La Sábana Santa fue conocida durante mucho tiempo como el Sudario de Turín; sin embargo, este no sería el Sudario, ya que se trata de otra tela que estuvo presente en el sepulcro de Jesús y hoy se encuentra en Oviedo, España. Gracias a la apertura de los estudios científicos por parte de san Juan Pablo II en 1978, se realizaron investigaciones conjuntas para determinar si ambas telas habían cubierto el mismo cuerpo. Quién llevo adelante la investigación y lo confirmó fue monseñor Giulio Ricci, que dedicó 40 años de su vida a los estudios sindónicos. 

¿Qué detalles se revelan al estudiar la Sábana Santa desde distintos campos del conocimiento?
Los orígenes de la Santa Síndone, su nombre en griego, y su figura estampada han sido objeto desde hace décadas de un arduo debate entre científicos, teólogos, historiadores e investigadores. A principios del siglo XX, algunos creían que se trataba de una elaborada pintura o de un “fraude medieval”, mientras que para otros existen claras evidencias que demuestran que la Sábana Santa -un lienzo de lino amarillento, raído, manchado de sangre y quemado- realmente fue la mortaja que se colocó sobre el cuerpo de Jesucristo en el momento de su entierro. 

¿Qué dicen las evidencias históricas?
En el Evangelio de san Lucas y en la antigua tradición, se afirma que el apóstol Pedro conservó la Sábana con que fue envuelto el cuerpo de Jesús después de haber sido bajado de la cruz, tela que él mismo había encontrado en el sepulcro vacío el domingo de la Resurrección (Lc. 24,12). Posteriormente, diversas crónicas refieren que personajes históricos como san Cirilo de Jerusalén y san Gregorio Nacianceno (ambos del s. III) afirmaron que el “lienzo de Cristo” sí existía.

La primera ciudad donde la Síndone habría sido expuesta fue en Edesa, ciudad de la Mesopotamia superior, ubicada entre Anatolia y Persia. En un manuscrito del siglo VI, se cuenta que el rey Ukhamm (9-46 d.C.), al saber que en Jerusalén un gran profeta había sido crucificado, logró obtener la imagen del santo, milagrosamente estampada sobre un rico lienzo de lino de gran pureza.

Posteriormente, la santa reliquia fue llevada a Constantinopla, nueva capital del imperio romano, en el año 994, siendo exhibida en la basílica de Santa María del Faro. Allí permaneció hasta 1204, cuando la ciudad fue saqueada por los cruzados, quienes se apoderaron de la sagrada sábana y la llevaron a Europa. En el siglo XIV, el duque Geoffroy de Charny la expuso en la iglesia de Lirey, y después fue llevada a Turín en 1578. Desde ese año y hasta 1983, su custodia estuvo a cargo de la casa real de Saboya,  pasando luego a la custodia de la arquidiócesis de Turín. Hoy se encuentra en la capilla real de la catedral de San Juan Bautista.

¿Conocer la Santa Síndone es importante para la Fe?
San Juan Pablo II, devoto de la Santa Sindone, pronunció en 1998 un discurso que responde a esa inquietud, al pedirnos que, ante la imagen intensa y conmovedora, de un dolor indescriptible, los creyentes tengamos una atención amorosa y una disponibilidad plena al seguimiento del Señor. Y también invita a la ciencia a sumarse al desafío de la investigación, ya que la Sábana Santa es un reto a la inteligencia, y encomendó a los científicos el continuar investigando, para ir sumando año a año respuestas a los interrogantes relacionados con la tela que, según la tradición, envolvió el cuerpo de nuestro Redentor.

¿Qué significa para usted la Sábana Santa?
Conocí una copia de la Sabana Santa en 2008, al visitar la basílica de la Santa Croce in Gerusalemme de Roma, y quedé impactada al ver su dolor y a la vez la majestad increíble que se desprende de la imagen del hombre de la sábana.

En ese momento, me sentí llamada a contemplarla en silencio, a detenerme ante las señales más recordadas del viacrucis, y pude comprender que había en esa llamada una convocatoria sin fecha a volvernos a encontrarnos. En 2021, recibí un mail en italiano, anunciando la inscripción para el diploma de Especialización que iniciaba en la Universidad Regina Apostolorum, y fue así que nos volvimos a encontrar. 

A lo largo de la cursada, participando de las clases magistrales con científicos de primer nivel, comprendí que no solo se trataba de una tradición religiosa, sino que tenía fuertes sustentos científicos en la historicidad del lino y las marcas visibles en él provenientes de costumbres romanas y hebreas; pero lo que más me impactó fue conocer la imagen desde la antropometría, la cardiología y la hematología. No podemos callar lo que hemos visto y oído: que Jesús es verdadero Dios y verdadero hombre.

Actualmente, Patricia D´Aste brinda charlas en parroquias, colegios y universidades sobre los estudios sindónicos, la ciencia y la fe, la iconografía antigua y los milagros eucarísticos. 

El 12 de agosto, a las 20, estará disertando en la parroquia San Luis Gonzaga (Baigorria 4260 - CABA). Para contactarla, se le puede escribir a mgpmdaste@gmail.com.+