El arzobispo emérito de Corrientes señaló que la obligación de los cristianos es "presentar a Cristo como es, sin deformaciones: el Hijo de Dios y de María; que está junto al Padre y entre nosotros".
"Este tiempo favorece la meditación de la Palabra de Dios, y su cumplimiento en la vida de los creyentes", expresó el arzobispo emérito de Corrientes, que anima a la reflexión y la oración.
El arzobispo emérito de Corrientes ofreció sus sugerencias para las homilías del domingo 4 de febrero, en las que aseguró que la persona humana está "destinada a la santidad".
El arzobispo emérito de Corrientes se refirió a la llegada de un nuevo año y aseguró que "será preciso dejarnos conducir, por María Madre, para que nazca en cada corazón el pequeño Niño de Belén".