El episcopado mexicano rechaza la lógica de confrontación y pide unir esfuerzos para sanar al país del dolor, la impunidad y el miedo.
La Iglesia calificó de "espeluznante" la posibilidad de ofrecer la muerte como salida al dolor, pues implica "renunciar a ofrecer alivio, acompañamiento y consuelo" a las personas enfermas.
En su mensaje al XVII Congreso Nacional Misionero de México, recordó que "la levadura del Evangelio que trajeron los misioneros se mezcló con la harina nueva de un continente".
Ante los recientes crímenes, entre ellos el alcalde de Uruapan, el episcopado mexicano insistió en "combatir con determinación la causa de todos estos asesinatos".