El papa Francisco llegó a Rumania para una visita apostólica de tres días en clave ecuménica, donde en su primer discurso ante las autoridades aseguró que "la Iglesia Católica no es extranjera, sino que participa plenamente en el espíritu nacional rumano" y rindió su homenaje a los sacrificios de tantos hijos e hijas de este país que "enriquecen con su cultura, su idiosincrasia y su trabajo los países donde emigraron".
En el marco de su viaje apostólico a Macedonia del Norte, el papa Francisco mantuvo un encuentro con sacerdotes de rito bizantino, sus familias y religiosas en la catedral del Sagrado Corazón de Jesús de Skopje, donde se manifestó feliz de "ver a la Iglesia respirando con sus dos pulmones, el de rito latino y bizantino".
Antes de concluir su visita a Bulgaria, el papa Francisco participó de un Encuentro por la Paz, junto con líderes religiosos de otras confesiones, en el que expresó: "Que la paz se extienda por toda la tierra, en nuestros hogares, en cada uno de nosotros, y especialmente en esos lugares donde muchas voces han sido silenciadas por las guerras, mutiladas por la indiferencia e ignoradas por la complicidad aplastante de grupos de interés".
En el marco de su 29° viaje apostólico a Bulgaria y Macedonia del Norte, el papa Francisco celebró la misa esta tarde en la Plaza Knyaz Alexander I, situada en el centro de la capital búlgara. Durante su homilía, el Santo Padre anunció a la comunidad búlgara que Dios llama, que Dios sorprende y que Dios ama. Afirmó que el milagro de Dios se trata de "dejarnos guiar por su amor" para que él haga "de nuestras vidas obras de arte".