"Uno frente al amigo puede ser quien es; no inventa nada, no crea ningún subterfugio, está en paz porque sabe que es recibido por la mente y el corazón del otro tal como es", destacó el obispo.
"Pidámosle al Señor esa coherencia de vida para que todo aquello que aprendamos, toda esta búsqueda de la verdad, esté orientada siempre al servicio del bien común", propuso el obispo de San Isidro.
El presidente del Episcopado recordó que este domingo se reza por los futuros sacerdotes en la Iglesia y le pidió a la Virgen que vaya formando en ellos "el corazón del Buen Pastor".
"La conversión personal y la reforma de las estructuras van de la mano, no se puede dar la una sin la otra", aseguró el presidente del Episcopado en la misa de apertura de la 124ª Asamblea Plenaria.