En la solemnidad de Pentecostés, el pontífice advirtió sobre los peligros de encerrarse en uno mismo y ofreció el remedio para salir de esa situación y seguir adelante.
En el Regina Coeli del Domingo, Francisco explicó que Jesús llevó nuestra humanidad al cielo, abriéndonos el camino a seguir para vivir para siempre en el paraíso como hijos del Padre.
Francisco pidió por la paz en Sudán y apoyo para el pueblo ucraniano. "Pido a la comunidad internacional que no escatime esfuerzos para hacer prevalecer el diálogo", animó en el Regina Coeli.
El pontífice aseguró que "si invocamos al Espíritu, aprenderemos a acoger y recordar la realidad más importante de la vida: Somos hijos amados de Dios". "El Espíritu Santo no nos deja solo jamás".