Una ola de violencia sin precedentes en muchos años sacudió a Colombia, con brutales atentados terroristas en el municipio de Amalfi, en el de Antioquia, y en la ciudad de Cali.
El observador permanente de la Santa Sede ante la OEA, reafirmó la disponibilidad del Vaticano para colaborar en favor del país caribeño, azotado por una larga y dramática crisis interna.
"Es un momento de inmenso dolor", declaró el arzobispo de Bogotá tras el fallecimiento del senador y precandidato presidencial, tras dos meses de luchar por su vida, víctima de un atentado.
Los obispos haitianos agradecieron al Papa, por su "grito por el pueblo haitiano" y su llamado a la comunidad internacional. En lo que va del año, más de tres mil personas fueron asesinadas.