"La política financiera y económica debe servir al pueblo", expresó el observador permanente de la Santa Sede, el arzobispo Gabriele Caccia, durante la IV Conferencia Internacional.
"Más de 3.300 millones de personas viven en países donde los gobiernos gastan más en pagar a los acreedores que en servicios públicos básicos", advirtió la organización caritativa.
El secretario del Vaticano para las Relaciones con los Estados llamó, en la ciudad suiza de Ginebra, a trabajar para la reducción y condonación de las deudas de los países en desarrollo.
Francisco hizo este llamamiento a los países de "tradición cristiana" para celebrar el Jubileo 2025 y que "ninguna familia, ningún pueblo sea excluido".