La Misa Crismal, marcada por el espíritu jubilar y la reciente adversidad vivida en la ciudad, contó con la presencia de autoridades civiles, religiosas y nuevas incorporaciones al servicio pastoral.
Estuvo encabezada por el obispo local, Daniel Fernández, quien delineó el proyecto diocesano para este año y convocó a una misión para julio. El Sínodo y la Pastoral de la Escucha, temas de análisis.
Mons. Carlos Azpiroz Costa presidió la Eucaristía. "Lo que nos pide el Señor en este año académico es una solidaridad profunda, radical, una alianza definitiva", afirmó el arzobispo.
El arzobispo bahiense y su auxiliar, Mons. Fournau, invitaron a "buscar y encontrar en la Buena Nueva que nos trae la Navidad lo indispensable para la verdadera prosperidad y la paz de la humanidad".