La comunidad celebró la solemnidad de Todos los Santos y concluyó la etapa local de la causa de beatificación del seminarista, recordado por su alegría, fe y entrega a la voluntad divina.
La comunidad diocesana celebró a su patrono con procesión y misa, en la que el obispo invitó a confiar en la fuerza de Dios y a ser testigos de esperanza en medio de las luchas cotidianas.
Fue por varios años vicario diocesano para la educación y párroco de Nuestra Señora del Valle, en Muñiz. Hoy lo velan y mañana la Misa Exequial. Será sepultado en el cementerio del seminario local.
"La esperanza como virtud teologal es una fuerza que viene de Dios, no brota de nosotros sino que es fruto de la acción del Espíritu Santo en nosotros", recordó el obispo de San Miguel.