El obispo de San Francisco anima a recuperar la capacidad de escuchar a Dios, a los demás, a los "heridos", y a recobrar el gusto por la palabra amistosa, el trato amable y los gestos de gratitud
El obispo de Formosa se refirió a la Peregrinación Juvenil del NEA a la basílica de Itatí y al Congreso Eucarístico Internacional de Ecuador. También animó a seguir preparando el Jubileo 2025.
El arzobispo porteño consideró que, como lo hace con el sordomudo, "Dios está con nosotros, nos anima a encontrarnos, a curarnos. Nos anima, en definitiva, a concretar la fraternidad".
El obispo de S. Isidro invitó a pedirle al Señor que "nos conceda liberarnos de toda sordomudez de alma y de espíritu", y animó a ponerse al servicio de aquellos que "están más solos y lo necesitan".