Nació en 1381, en el castillo de Roccaporena, Italia. A los doce años contrajo matrimonio con un caballero que la maltrataba e insultaba continuamente mientras llevaba una vida licenciosa. Rita consiguió con sus lágrimas y plegarias y con su paciencia y sonrisa permanente la conversión de su esposo. Al morir éste y también sus dos hijos, Rita abandonó el castillo y se hizo religiosa agustina. Durante su vida en el convento fue modelo de piedad, de paciencia y de humildad. Se cuenta que el día de su muerte pidió que le trajeran una rosa que, misteriosamente, había florecido en el jardín, en pleno invierno y entre la nieve. Murió el 22 de mayo de 1457 en Cascia, Perugia, Italia. Fue beatificada por Urbano VIII y canonizada por León XIII el 24 de mayo de 1900. Santa Rita es invocada como "la santa de los imposibles".