Nació el 1 de agosto de 1782, en Aix (Provenza-Francia), hijo del presidente de la Corte de la Provenza. Su vocación sacerdotal se manifestó en plena Revolución Francesa. Ordenado sacerdote, se dedicó a los presos, los jóvenes, las domésticas y los campesinos. Compartió su celo apostólico con un grupo de sacerdotes con los que fundó la congregación de los Oblatos de María Inmaculada. Contra su voluntad fue nombrado obispo de Marsella, cargo que compaginó con el de Superior General del nuevo Instituto durante 25 años. Murió en Marsella el 21 de mayo de 1861. Fue beatificado por Pablo VI el 19 de octubre de 1975 y canonizado por Juan Pablo II el 3 de diciembre de 1995.