En Cartago, actual Túnez, se celebra hoy a los mártires de Abitinia, durante la persecución del emperador Diocleciano. Por haberse reunido para celebrar la Eucaristía dominical en contra de lo establecido por la autoridad, fueron apresados, conducidos a Cartago e interrogados por el procónsul Anulino. Pese a los tormentos que les infligían, se reafirmaron en su fe cristiana y proclamaron no poder renunciar a la celebración del sacrificio del Señor, por lo cual derramaron su sangre en lugares y momentos distintos del año 304.