De origen portugués, Juan de Dios pasó casi toda su vida en España. Después de una juventud disipada, a los 40 años consagró su vida al servicio de Dios y de los enfermos. En Granada fundó dos hospitales y pronto también una congregación religiosa, la de los Hermanos Hospitalarios, consagrados a la atención de los enfermos. San Juan de Dios murió el 8 de marzo de 1550. Alejandro VIII lo canonizó en 1690 y León XIII lo proclamó en 1886, Patrono de los hospitales.