Nació en Cremona, Italia, y vivió en pleno Renacimiento italiano (1502-1539). Se doctoró en medicina en la universidad de Padua y luego se dedicó a cuidar a los enfermos en los hospitales. Pero un día resolvió hacerse sacerdote y se especializó en el estudio de las Sagradas Escrituras. Juntamente con Bartolomé Ferrario y Jacobo Morgia, fundó en Milán la Sociedad de los Clérigos Regulares, conocidos como Barnabitas por haberse instalado junto a la iglesia de San Bernabé. También fundó la congregación de monjas Angélicas, que tienen como modelo y protector -al igual que los barnabitas- al apóstol San Pablo. Murió en Cremona, a la edad de 36 años.