La fiesta de Pascua es el centro del año cristiano. La resurrección de Jesús constituye el fundamento sobre el cual se asienta y gira toda la vida del cristianismo. Por eso es la fiesta máxima de la cristiandad.
Liturgia
En las lecturas de hoy se narran los acontecimientos de la resurrección de Jesús, sobre todo en el evangelio de San Juan (20,1-9). En la madrugada del primer día de la semana María Magdalena y otras dos mujeres fueron al sepulcro. Al verlo abierto, Magdalena vuelve a Jerusalén para avisar a Pedro y a Juan; mientras tanto, un ángel anuncia a las otras mujeres que Cristo ha resucitado. María Magdalena va de nuevo al sepulcro y ve por primera vez a Cristo resucitado. También se lee un capítulo del libro de los Hechos de los Apóstoles (10,34a.37-43), en el que San Pedro dice: "Comimos y bebimos con él, después de su resurrección", y una carta de San Pablo (Colosenses 3,1-4) en la que el apóstol dice: "Busquen los bienes del cielo, donde está Cristo".
San Isidoro de Sevilla nació en Cartagena, España, el año 560. Versado en todas las ciencias, humanas y divinas, fue el hombre más sabio de su tiempo y la más bella figura de la España visigótica. Con él se formó una legión de escritores y miniaturistas que salvaron de la destrucción de los bárbaros los tesoros literarios y científicos de la antigüedad. En su obra maestra “Etimologías”, recoge todo el saber de su tiempo. Sucedió a su hermano San Leandro como obispo de Sevilla. Su otro hermano, San Fulgencio, también fue obispo, y su hermana santa Florentina fue abadesa de varios conventos. Murió el 4 de abril de 636. Fue canonizado en 1598 por Clemente VIII, y en 1722 Benedicto XIII lo proclamó doctor de la Iglesia.