Martes 14 de enero de 2025

El arzobispo Gallagher visita el Congo: 'Construyan una sociedad más unida'

  • 13 de enero, 2025
  • Brazzaville (República del Congo) (AICA)
El canciller vaticano llevó el saludo del Papa a los congoleños, en el que se destaca su espíritu de resiliencia frente a las catástrofes naturales y las situaciones difíciles de la vida en sociedad.
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El arzobispo Paul Gallagher, secretario de la Santa Sede para las Relaciones con los Estados y las Organizaciones Internacionales, llevó el saludo y las expresiones de cercanía del Papa Francisco a la población de la República del Congo, puesta a prueba por las catástrofes naturales, las luchas tribales y las dificultades propias de la vida en la sociedad.

El "canciller" vaticano se encuentra en el país centroafricano desde el sábado 11 de enero, para el inicio de los trabajos de la Comisión Mixta para la aplicación del Acuerdo Marco. Se trata del documento firmado entre la Santa Sede y el país africano en 2017, que entró en vigor en 2019, en el cual se reconoce la personalidad jurídica de la Iglesia y sus instituciones, salvaguardando su independencia y autonomía.

En la capital, Brazzaville, hasta este martes, Gallagher -quien ya mantuvo encuentros con el presidente, Denis Sassou N'Guesso, el primer ministro, Anatole Collinet Makosso, y el ministro de Asuntos Exteriores del Congo, Jean-Claude Gakosso- celebró, el domingo 12, la misa del Jubileo de los Movimientos Eclesiales en la plaza de la Catedral Mariana, dedicada al Sagrado Corazón de Jesús. 

Asistieron el arzobispo de Brazzaville, monseñor Bienvenu Manamika, presidente de la Conferencia Episcopal local, el nuncio Javier Herrera Corona, los restantes obispos congoleños y algunos miembros del gobierno, así como una multitud de fieles -especialmente de las distintas realidades eclesiales-, que animaron la celebración con música, cantos y danzas tradicionales.

Saludo y acción de gracias del Papa
"Les traigo hoy el saludo y la bendición del Papa, que sigue con gran atención la vida del pueblo congoleño. ¡El Papa los ama y está cerca de ustedes!", les dijo Gallagher a los presentes, al inicio de su homilía. 

"El Papa Francisco piensa en todos ustedes, queridos hermanos y hermanas de la comunidad católica congoleña. Conoce bien sus expectativas y esperanzas de paz y fraternidad. Está cerca de ustedes en los momentos difíciles, cuando su espíritu de resiliencia es puesto a prueba por las catástrofes naturales, así como por las situaciones difíciles de la vida y de la sociedad".

También les transmitió, de parte del Papa, a toda la población y a la Iglesia congoleña un "gracias", informó Gallagher, "por el testimonio que brindan a favor del Evangelio y por construir una sociedad más justa y fraterna", junto con el deseo de que "el Año Jubilar revigorice su fe e ilumine el camino de toda la Iglesia congoleña hacia la santidad".

Testimonio del cardenal Biayenda
Hablando de santos, el prelado recordó que, en el Congo, "no han faltado testigos de la fe, especialmente aquellos que se han ofrecido a Dios con el homenaje de su libertad e inteligencia, con toda su fuerza y carisma profético, en el don de su vida". 

Asimismo, evocó "la persona, la enseñanza pacífica y el testimonio evangélico" del cardenal congoleño Emile Biayenda, siervo de Dios, víctima de luchas tribales, secuestrado y luego asesinado la noche del 22 al 23 de marzo de 1977, a la edad de 50 años, cuya causa de canonización fue iniciada por san Juan Pablo II.

Los restos de Biayenda se conservan en la catedral de Brazzaville, y fue precisamente la visita a la tumba del cardenal la primera parada de Gallagher, nada más llegar a suelo congoleño. En su homilía, el arzobispo invocó la intercesión del siervo de Dios, "para que reconozcamos la presencia de Dios en nuestra sociedad, para renovarla, transformarla, hacerla cada vez más justa, abierta y solidaria".

La misma invitación se había expresado ya al comienzo de la liturgia, centrada toda ella en los temas de la esperanza, la alegría cristiana y la misión, en el contexto del Jubile,o "tiempo privilegiado de la misericordia del Señor, tiempo privilegiado de conversión y de esperanza".


El Año Santo es "una invitación radical a despertar del sueño de las costumbres, una invitación a liberar nuestros corazones de todo lo que nos impide esperar verdaderamente la venida del Señor en nuestras vidas y reconocerlo presente en medio de nosotros", subrayó monseñor Gallagher.

A su vez, exhortó a los presentes a "retomar con renovado vigor el camino de la evangelización" y, de nuevo, "a respetar la creación, a establecer lazos de fraternidad con todos, a practicar la justicia, a manifestar la caridad, a ayudar a los más débiles y a los más pobres".

Invitación a los jóvenes
"Aquí, en el Congo, la Iglesia ha vivido momentos de gran entusiasmo por la evangelización, por la educación de las nuevas generaciones a la luz del Evangelio, sobre todo gracias al testimonio de caridad de tantas personas que se han puesto al servicio de los demás, especialmente de los más débiles y pequeños, con innumerables iniciativas de solidaridad", recordó finalmente el secretario de la Santa Sede para las Relaciones con los Estados y las Organizaciones Internacionales. 

Al final de la homilía, dirigió un pensamiento especial para los jóvenes, a los que repitió las palabras que el Papa reserva siempre a los jóvenes: "¡No se dejen robar la esperanza!", insistió Gallagher. "¡Levantemos los ojos al Señor! ¡No nos dejemos desanimar por las dificultades cotidianas! No desesperemos del futuro; caminemos a pesar de los obstáculos y de los acontecimientos que puedan entristecernos".+