El Celam agradeció el testimonio de vida y la misión de los consagrados

El organismo eclesial destacó la misión de la CLAR al servicio de la Vida Consagrada

La presidencia del Consejo Episcopal Latinoamericano (Celam) expresó su cercanía espiritual a la Confederación Latinoamericana de Religiosos (CLAR) durante la 25° Jornada Mundial de la Vida Consagrada.

El organismo de comunión eclesial agradeció el testimonio de vida y la misión que adelantan los hombres y mujeres de vida consagrada en los países de América Latina y el Caribe, recordando que cada uno representa un don de Dios cuya presencia es decisiva en los procesos de evangelización y acompañamiento de las comunidades del continente.

El comunicado subraya que, en esta Jornada Mundial de la Vida Consagrada, “queremos aunarnos junto con el papa Francisco que nos invita a caminar juntos en sinodalidad, y al ‘anhelo de esta época que nos toca vivir, reconociendo la dignidad de cada persona humana, y hacer renacer entre todos un deseo mundial de hermandad”.

“Soñemos -se lee en Fratelli tutti-como una única humanidad, como caminantes de la misma carne humana, como hijos de esta misma tierra que nos cobija a todos, cada uno con la riqueza de su fe o de sus convicciones, cada uno con su propia voz, todos hermanos”.

“Pedimos al Señor de la vida que siga suscitando vocaciones a la Vida Consagrada en medio de nuestra Iglesia, y junto a la Santísima Virgen María les sigan bendiciendo y fortaleciendo en su servicio para la construcción de una verdadera fraternidad universal y amistad social”, concluye el comunicado firmado por monseñor Miguel Cabrejos Vidarte y monseñor Jorge Eduardo Lozano.

Mensaje de la CLAR
No caer en la tentación de los primeros puestos, la idolatría del individualismo y la sumisión de las masas fue la invitación de la Confederación Latinoamericana de Religiosos (CLAR) a los hombres y mujeres de vida consagrada que hoy celebran su 25° Jornada Mundial.

En el mensaje para esta ocasión, el organismo pide a los religiosos que superen el miedo al contagio, porque la vida consagrada debe permanecer acompañando al enfermo, visitando al que sufre, curando las heridas que deja la guerra y ofreciendo propuestas alternativas de salud y curación para las comunidades.

Ante la posibilidad de contagio la CLAR advierte a los religiosos que de recibir la visita de la enfermedad y hacerse real la disminución de las fuerzas, es preciso quedarse en el lugar del agradecimiento por el camino recorrido, vistiéndose de confianza en Dios, sin claudicar en la oración e irradiando el testimonio de una vida fecunda.

Al recordar que la vida consagrada no puede abandonar el lugar de lo común, el llamado es a permanecer donde resuena la Palabra, junto al sagrario y lo humano, donde se saborea el Evangelio en los lugares en los que el pueblo pobre revela lo fundamental del Reino.

“Defendamos la democracia, la libertad de expresión y de conciencia, los derechos humanos“, afirman en el documento que solicita a los religiosos hacer su morada en las fronteras. Para la CLAR es necesario que la vida consagrada acuda al territorio en donde se deciden las políticas públicas en las que deben participar, proponer y vigilar todo lo que debe ser común, para que no termine como riqueza de unos pocos.

Por otra parte, el mensaje pone énfasis en la prioridad de acompañar las Escuelas para seguir adelante con los procesos de evangelización haciendo posible la lección que crea conciencia, abre los ojos y acerca al futuro. Una invitación que se extiende al mundo universitario y de la cultura, para que desde allí se puedan crear nuevos areópagos donde se haga efectivo el discernimiento y el diálogo que muestre nuevos caminos para el ejercicio de la solidaridad y el compromiso.

Finalmente convocaron a la oración en acción de gracias por la existencia de todos los religiosos que han ofrecido su vida en el contexto de la pandemia, los que murieron en medio de su misión, los que continúan peregrinando por las poblaciones más afectadas, a quienes extendieron su voz de cercanía y apoyo.+