Viernes 19 de abril de 2024

Viedma celebra a su beato: "Con Ceferino misionero, ser hermano es lo primero"

  • 18 de agosto, 2021
  • Viedma (Río Negro) (AICA)
El obispo de Viedma, monseñor Esteban María Laxague SDB, envió una carta a los fieles al aproximarse las celebraciones en honor del beato Ceferino Namuncurá. Se suspende la peregrinación a Chimpay.
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Con el lema “Con Ceferino misionero, ser hermano es lo primero”, la diócesis de Viedma celebra el 26 de agosto al beato Ceferino Namuncurá, en un nuevo aniversario de su nacimiento.

Este año, debido a la pandemia, no se realizará la tradicional peregrinación a Chimpay, explicó el obispo, monseñor Esteban Laxague SDB, en una carta a los fieles. Sin embargo “estaremos de fiesta”, aseguró.

“Cuánto para agradecer a nuestro beato Ceferino Namuncurá, cuánto también para confiarle desde el silencio de nuestro corazón y en la mesa compartida de nuestra familia,  cuánto para escuchar y aprender de él”, reconoció. “Desde nuestras casas, o en la ermita junto a nuestras rutas y senderos, o desde la capilla del barrio ¡viviremos seguramente un inolvidable cumpleaños de Ceferino!”, afirmó.

“Lo que cada uno le va a contar a Ceferino, personalmente o como familia, queda en ese rico encuentro. También seguro que Ceferino tiene algo importante para confiar a cada uno, estemos atentos, ¡no  lo perdamos!”, animó.

En ese sentido, compartió “lo que Ceferino nos confía como pueblo”: “Somos hermanos”, expresó. “La Biblia nos abre a la gran noticia que nuestro Dios cuida de nosotros como un Padre a sus hijos, y desde esta experiencia profunda de un Dios Padre, nos descubrimos hermanos entre nosotros y llamado a vivir como hermanos. Le podríamos preguntar a Ceferino, ¿qué significa vivir como hermano?”

“Él nos responde desde las huellas de Jesús que recorrió en sus jóvenes 18 años: Elegir siempre salir de sí mismo para buscar el bien de los demás, ser para los demás. Elegir el bien común, el bien social, antes que el bienestar de uno;  reconocer en cada persona su grandeza, su dignidad, sus talentos. Descubrir y valorar al otro en su diversidad. Cada persona es un don para el mundo; no aislarse, ni replegarse sobre uno mismo, ni acumular rencores ante las heridas recibidas, buscar siempre el camino del perdón y del reencuentro; buscar la verdadera alegría por la huella del compartir con los demás, del dar y darnos, y no en un encierro egoísta”.

Finalmente, llamó a abrir el oído y el corazón a lo que Ceferino nos dice, y citando al papa Francisco en su carta “Hermanos todos”, expresó: “La vida no es tiempo que pasa sino tiempo de encuentro”. Y afirmó que “ser hermano es vencer el desencuentro con el reencuentro, nunca abandonar el camino del encuentro con los demás”.

“La Virgencita de Nazaret que sale, ‘sin demora’ al encuentro de su prima Isabel para ayudarla, nos empuje a andar caminos de  encuentro. Solo así construiremos esa Patria de hermanos que tanto anhelamos”, concluyó.+