Jueves 21 de noviembre de 2024

Vacunas: Mons. Ojea alerta sobre la desazón que genera la corrupción

  • 14 de marzo, 2021
  • San Isidro (Buenos Aires) (AICA)
El obispo de San Isidro afirma que en ese clima que se vive en la pandemia se corre el riesgo de decir "no se puede hacer nada, esto no cambia más, no se arregla" y no construir caminos de fraternidad
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El obispo de San Isidro y presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, monseñor Oscar Vicente Ojea, recordó que el signo característico del cristiano es la señal de la cruz, porque en la cruz  “Nosotros no adoramos el dolor ni el sufrimiento, nosotros tenemos fe en el amor, en ese amor de Dios que se manifiesta en la entrega de Jesús”.

En este sentido, el prelado destacó que “por eso resulta tan consoladora la frase del Evangelio de este domingo: ‘tanto amó Dios al mundo, a la humanidad, que le entregó, que le dio a su Hijo, para que todo el que crea en Él no muera, sino que tenga vida eterna, porque Dios no envió a su Hijo para condenar al mundo, sino para que el mundo se salve por Él".

"Esta fe en el amor nos hace vislumbrar, palpitar, presentir la resurrección, es la otra cara de la cruz, por eso es tan importante para nosotros el signo de la cruz", subrayó en su mensaje dominical.

Monseñor Ojea reconoció que los cristianos se pueden preguntar: "¿qué me dice esta fe en el amor de Dios?” en esta situación de pandemia y agregó: “En medio de esta corrupción que se puede manifestar, y en la desigualdad que se manifiesta en medio de la pandemia".

"Pensemos que diez países en el mundo tienen el 80% de todas las vacunas que existen; hay 130 países que no tienen ninguna, y hay algunos, como nosotros, que vamos teniendo algunas".

"Sin embargo, en toda esta atmósfera de corrupción se genera la desazón, no se puede hacer nada, esto no cambia más, no se arregla; tenemos la tentación de encerrarnos dentro de nosotros mismos, como aquellos que siguieron su camino frente al hermano caído, haciéndole el juego a los salteadores", sostuvo haciendo un paralelismo con el pasaje evangélico.

Monseñor Ojea afirmó que el papa Francisco en la encíclica Fratelli tutti “invita a recomenzar de nuevo, cuidando cada llaga; a recomenzar de nuevo, ejercitando nosotros la fraternidad".

"En el mundo que vivimos tan individualista, crece la agresividad, por eso es tan importante la amabilidad; crear espacios de escucha; no humillar, no ofender; cuidarnos en el lenguaje; tener cuidado con la violencia que nos está ganando en un estado de gran nerviosismo y de gran incertidumbre", advirtió.

“Pidámosle al Señor, pidámosle a ese amor de Jesús manifestado en la cruz, que nos enseñe a construir espacios de fraternidad; no podemos esperar que todo venga de arriba, que todo venga hecho. Nosotros tenemos que comenzar a crear, dentro de nuestras posibilidades, espacios de fraternidad. Que el amor de Dios manifestado en su cruz así nos lo conceda”, concluyó.+