Viernes 29 de marzo de 2024

Las salesianas le recuerdan al Presidente que el pueblo le dijo 'no' a la megaminería

  • 6 de mayo, 2023
  • Buenos Aires (AICA)
El Instituto de las Hijas de María Auxiliadora expresó su preocupación por la insistencia de Alberto Fernández en impulsar proyectos extractivistas en zonas patagónicas donde el agua es un bien escaso
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El Instituto de las Hijas de María Auxiliadora en la Argentina expresó su preocupación por las afirmaciones del presidente Alberto Fernández, relacionadas con la insistencia en cuanto a avanzar en proyectos de megaminería en Chubut y la zona norte de Santa Cruz, pese a que en consultas populares se le dijo NO a esas iniciativas y sí al agua, un bien escaso en esa región patagónica.

“Expresiones como las que pronuncia el Presidente dan cuenta tristemente de un pensamiento antropocéntrico que mira únicamente los bienes comunes como recursos a explotar y saquear, en un sistema que sólo admite ganancias”, lamentaron las religiosas, y agregaron: “Lejos están sus palabras de las luchas por cuidar nuestra Casa Común, la biodiversidad, el agua; lejos están sus pensamientos de las palabras del papa Francisco en Laudato si’, que nos advierten sobre ese tipo de argumentos. 

Las salesianas sostuvieron que “es profundo el dolor que nos provoca como personas de fe escuchar, de boca de la autoridad máxima de nuestro país, que para él -y para muchos más que rigen los destinos de esta Nación-, hay zonas de sacrificio y comunidades, incluso preexistentes al estado nacional, que son totalmente invisibilizadas”. 

“Nos hemos colocado por encima y fuera de la naturaleza, como si fuera un molde de nuestros deseos de consumo bajo el título de 'progreso', generando mayor desigualdad, pobreza, depredación, enfermedad y también muerte. Muerte de valores, de cultura, de historia, de salud, de vida. Necesitamos ser críticos, creativos y cuidantes”, concluyeron.

Firman la declaración la provincial de las Hijas de María Auxiliadora de la Argentina, hermana Silvia Boullosa, y la responsable de Ámbito de la Pastoral Social, hermana Silvia Dupont.

Texto de la declaración
“Nuestra Hermana Madre Tierra clama por el daño que le provocamos a causa del uso irresponsable y del abuso de los bienes que Dios ha puesto en ella” Papa Francisco en Laudato si’ n° 2 El evangelio de la creación

Como Instituto de las Hijas de María Auxiliadora en Argentina que habitamos las provincias de Chubut y Neuquén, creemos que es importante reflexionar acerca de la importancia de estos territorios, pero especialmente de los habitantes de los pueblos que allí viven, crecen y se desarrollan. Por esto, queremos expresar nuestra preocupación ante algunas afirmaciones realizadas por el presidente Alberto Fernández, el pasado 24 de abril en una entrevista con la radio Nacional Rock 93.7:

? “A los amigos del Chubut les digo: por favor revisen porque tienen la segunda mina más grande del mundo de plata en la meseta del Chubut. Si me dijeran que esa plata está en los bosques o en la zona turística… pero no, en la meseta no entiendo porque no se animan. Porque los defensores del medio ambiente dicen que eso no lo quieren, yo eso lo entiendo si eso ocurriera en la zona boscosa, en los andes, pero está en medio de la meseta… la meseta es un desierto, deberíamos poder buscar un modo de explotación segura, no contaminante de esa plata”.

? “Tenemos gran oportunidad con el cobre. Chile saca el cobre de la misma cordillera, por razones que desconozco, nunca nos dedicamos a sacar el cobre de este lado de la cordillera”

Compartir la vida día a día con los habitantes de la región nos obliga afirmar que

-El pueblo dijo: NO A LA MEGAMINERÍA, SÍ AL AGUA. En Chubut y zona norte de Santa Cruz cuatro ciudades (Rada Tilly, Comodoro Rivadavia, Sarmiento y Caleta Olivia) tienen permanentemente problemas de agua con cortes programados, en particular en verano, porque no alcanzan las reservas y porque se rompe el acueducto. Cuando no hay agua se cierran las escuelas y los centros comunitarios, se interrumpe el servicio sanitario de hospitales y salas. Toda actividad social y comercial, pública y privada, no puede desarrollar sus tareas. En cambio, las petroleras que realizan su actividad alrededor de esas ciudades no sufren este problema.

-Nos duele la ignorancia y la indiferencia de quienes nos gobiernan. La comunidad mapuche - tehuelche de Yala Laubat lleva casi dos años sin tener agua, ¿y todavía nos piden que pensemos en megaminería? Queremos que se respete nuestro derecho a decidir y cuidar los bienes comunes. 

-En todas las localidades de la provincia, miles de ciudadanos caminamos por las calles expresándonos, luego de que fuera rechazada la Segunda Iniciativa Popular que buscaba poner un freno a la explotación minera.

-La meseta chubutense no es un desierto, es un ecosistema perfectamente activo y biodiverso. Sólo los que la desconocen la mencionan de ese modo porque la miran desde un aspecto utilitarista considerándola un recurso improductivo y por lo tanto zona de sacrificio. Existen pequeños pueblos en los que viven hombres y mujeres que trabajan dispersos por la meseta con sus animales y sus huertas, cuando logran tenerlas con grandes esfuerzos. Son integrantes de familias de pueblos originarios que nunca se vieron favorecidos con políticas públicas permanentes, continuas y respetuosas de su cultura. Sólo han sido usados para la foto. Se sienten olvidados y abandonados.

-No existe un método seguro y no contaminante ya que la utilización de explosivos y químicos de alto potencial abrasivo es riesgoso para la salud de las personas, el medio ambiente con el agua, en primer lugar, y las comunidades cercanas. Y deja precisamente contaminación química y social.

-Expresiones como las que pronuncia el Sr. Presidente dan cuenta tristemente de un pensamiento antropocéntrico que mira únicamente los bienes comunes como recursos a explotar y saquear en un sistema que sólo admite ganancias. Lejos están sus palabras de las luchas por cuidar nuestra Casa Común, la biodiversidad, el agua; lejos están sus pensamientos de las palabras del Papa Francisco en Laudato Si, que nos advierten sobre este tipo de argumentos. 

Es profundo el dolor que nos provoca como personas de fe escuchar de boca de la autoridad máxima de nuestro país, que para él -y para muchos más que rigen los destinos de esta Nación-, hay zonas de sacrificio y comunidades, incluso preexistentes al estado nacional, que son totalmente invisibilizadas. 

Nos hemos colocado por encima y fuera de la naturaleza, como si fuera un molde de nuestros deseos de consumo bajo el título de PROGRESO generando mayor desigualdad, pobreza, depredación, enfermedad y también muerte. Muerte de valores, de cultura, de historia, de salud, de vida. 

Necesitamos ser críticos, creativos y cuidantes.+