Jueves 21 de noviembre de 2024

Rosario y misa por la vida, para cuidarla más y mejor

  • 26 de marzo, 2021
  • Buenos Aires (AICA)
Plegaria al Señor de la Vida para que las mujeres que han concebido un hijo puedan recorrer el camino de la vida y encuentren toda la ayuda que necesitan. Eucaristía presidida por Mons. Enrique Eguía.
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La 18ª edición de “Un Rosario por la Vida” se llevó a cabo el jueves 25 de marzo, Día del Niño por Nacer, y fue exclusivamente virtual a raíz de las restricciones por la pandemia del coronavirus, por lo que decenas de fieles se unieron a través de las redes sociales a la oración mariana y la misa por la solemnidad de la Anunciación del Señor que presidió el obispo auxiliar de Buenos Aires, monseñor Enrique Eguía Seguí, en la catedral de Buenos Aires.


“En la solemnidad de la Anunciación del Señor, los cristianos celebramos ese encuentro maravilloso entre “el amor de Dios y el amor de la humanidad, reflejado en María, donde se confirma esta vocación de amor en este doble movimiento”, recordó el prelado porteño.


“Receptivo, porque Dios nos ama y nosotros deseamos que Él haga su voluntad en nuestra vida; pero también desplegar este amor concreto, visible y comprometido en una vocación de servicio”, precisó.


Asimismo, explicó “por eso hoy contemplamos a María y descubrimos esta vocación de amor de la Iglesia en el encuentro con la voluntad de Dios y en el encuentro íntimo con Jesús encarnado, así como en María, Jesús vive en nuestro corazón”.


Monseñor Eguía Seguí señaló que de allí nace el compromiso por esta actitud receptiva de cuidar y proteger a nuestros hermanos” y recordó que, en particular hoy, se celebra el cuidar y proteger toda vida naciente.


“Pidamos a la Virgen que confirme nuestra vocación de amor, como nota propia y esencial de la vida de los cristianos, de la vida de la Iglesia, y que en esta receptividad y despliegue, podamos construir como María, el Reino de Dios en la historia”, concluyó.


Plegarias al Señor de la Vida
En las intenciones de la misa, se hizo especial hincapié en la necesidad de cuidar la vida naciente, pidiendo: 



  • Que la Iglesia sepa anunciar con firmeza y amor a los hombres de nuestro tiempo, el Evangelio de la Vida.



  • Que los que gobiernan las distintas naciones del mundo defiendan la vida desde su concepción hasta la muerte natural.



  • Que las mujeres que han concebido un hijo puedan recorrer el camino de la vida y encuentren toda la ayuda que necesitan.



  • Que Dios derrame su misericordia sobre las personas que promueven o participan en el aborto, la eutanasia o cualquier atentado a la dignidad de la persona.


Iniciativa provida con historia
Esta iniciativa provida, que cumple 18 años, comenzó en 2004 por un grupo de mujeres preocupadas por los cambios en las currículas escolares, y acontecimientos que se iban sucediendo en el mundo y en nuestro país, contrarios a la vida humana y a la familia.


El primer Rosario por la Vida se llevó a cabo en la Plaza Pizzurno, frente al Ministerio de Educación. El objetivo era reconocer el valor que cada vida humana tiene en sí misma. Los carteles de difusión llevaban el mensaje: “La vida sólo pertenece a Dios”. Esa fue la segunda vez que se conmemoraba el Día del Niño por Nacer en forma pública en la Argentina, y muchas provincias se adhirieron a la oración por la vida naciente.


El 7 de diciembre de 1998 se promulgaba en la Argentina el decreto 1406/98 declarando el 25 de marzo de cada año como “Día del Niño por Nacer”. Fue el primer país en unir esa fecha a la celebración de la Anunciación. De ese modo el entonces presidente de la Nación, Carlos Menen, cumplía la promesa hecha personalmente al papa Juan Pablo II en Roma.


La primera celebración se realizó en 1999 en el Teatro Coliseo, con autoridades nacionales y extranjeras. También estuvieron presentes autoridades eclesiásticas, un delegado papal y representantes de otros credos, del mundo de la política, acompañando al presidente de la Nación. Allí se declaró que “la vida es el mayor de los dones, un valor inviolable y de una dignidad irrepetible".


Después de esa primera celebración en la Plaza Pizzurno el Rosario por la vida continuó celebrándose año a año en la basílica Nuestra Señora del Pilar, en el marco de una misa y orando frente al Santísimo Sacramento.


Más tarde fue el entonces cardenal Jorge Bergoglio, hoy papa Francisco, quien lo trasladó a la catedral de Buenos Aires, presidiendo él la misa y el rosario en compañía de sus obispos auxiliares. Desde entonces hasta la fecha, es el lugar donde se celebra “Un Rosario por la Vida”, precedido de una misa y con el Santísimo expuesto. Este acto de piedad mariana hoy se reza en gran parte del país.


A partir de la promulgación de la ley de despenalización del aborto, sus organizadoras aseguran que la iniciativa busca “fortalecernos espiritualmente, poniendo nuestra fe y esperanza en manos de Dios, que es el Dueño de la Vida”. Por eso, invitan a las comunidades, asociaciones, grupos de todas las religiones a unirse para rezar por la vida del niño por nacer y por toda vida, desde la concepción hasta la muerte natural.


Además, convocan a difundir esta celebración, para que a lo largo y lo ancho de la Argentina se escuche la oración por toda vida, desde la concepción hasta la muerte natural, en un momento en el que pareciera que peligra seriamente en nuestra Patria. “Sería hermoso que tanto en la capilla más perdida de nuestro extenso territorio, como en las catedrales, también en los hospitales, todos unidos ese día rezáramos al Señor de la Vida y a la Santísima Virgen, por la protección del inocente”.


Finalmente, recuerdan las palabras pronunciadas por el entonces cardenal Bergoglio en la misa de 2012, quien dirigiendo su mirada a la Virgen de Luján, imploró: “Madre, enséñanos a cuidar la Vida”. 


Más información en la página de Facebook Un Rosario por la Vida.+