Lunes 21 de julio de 2025

Religiosos de distintos credos invocaron a Dios en la Rural

  • 21 de julio, 2025
  • Buenos Aires (AICA)
Referentes de la Iglesia Católica, las iglesias evangélicas, el judaísmo y el Islam participaron del Tercer Encuentro Interreligioso que se realiza en la Exposición Rural en Palermo.
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Invocando la protección de Dios, fuente de razón y justicia", se realizó en la Exposición Rural 2025 el Tercer Encuentro Interreligioso, con la participación de referentes de la Iglesia Católica, las iglesias evangélicas, el judaísmo y el Islam.

El acto se realizó en el salón Nogal del predio ferial de Palermo el jueves 17 de julio y fue acompañado musicalmente por el coro de la Municipalidad de Tres de Febrero; entre otros cantos, entonó el salmo que dice "El Señor es mi pastor, nada me puede faltar".

Se hizo presente un momento el presidente de la Sociedad Rural Argentina, Nicolás Pino, quien estimó necesario "parar el tranco y pensar dónde estamos y hacia dónde vamos". Agradeció que desde hace tres años se haya encargado de organizar estos encuentros Gerardo Di Fazio, coordinador de Cultura de la Sociedad Rural. Brevemente, éste señaló que los presentes alaban al mismo Dios, "el Dios de nuestros padres, de Abraham, de Isaac y de Jacob".

Al final, todos cantaron el Himno Nacional Argentino. "En un país que necesita puentes -se dijo allí-, aquí hoy levantamos uno: el puente del diálogo, del respeto y del reconocimiento mutuo."

Dios: una presencia viva entre corrales y surcos
Un texto bien preparado fue leído por un locutor, que citó un texto del Deuteronomio: "Ya cuando tus ganados se multipliquen... y todo lo que tengas se multiplique, entonces tu corazón enorgullezca, no te olvides del Señor tu Dios..."

"Un fuerte llamado a no olvidar, porque el éxito, cuando no es acompañado por humildad, puede endurecer el corazón; y cuando todo prospera, es fácil creer que todo depende de nosotros".

"Pero quienes conocen el campo lo saben bien, el campo argentino es más que una actividad económica: es identidad, cultura e historia. Es esa inmensidad de llanura donde el trabajo empieza antes del amanecer y termina cuando ya cayó la noche. Es la pasión del hombre y la mujer rural, la paciencia del tambero, el esfuerzo del peón, la visión del productor, y el legado que se transmite de generación en generación. Y es el corazón del país; por eso siempre decimos que cuando al campo le va bien, al país le va bien.

"Y en esa vida de campo- prosiguió el conductor-, en ese andar silencioso entre corrales, surcos y caminos de tierra, la relación con Dios no es una idea: es una presencia viva.


"Porque el hombre del campo  -en su humildad y en su nobleza-  conversa con Dios mientras carga el lomo, le reza cuando el cielo no le llueve, le agradece cuando la cosecha viene buena, y se encomienda cuando sale antes del sol. Esa fe está en el mate compartido, en la bendición antes de la comida, en la cruz que cuelga en el galpón, y en la mirada al cielo cuando algo se escapa a las manos. El campo enseña que la tierra puede sembrarse, pero que la vida es don, regalo y misterio."

Dar gracias por esta tierra fértil
Por la comunidad judía, el rabino Ioni Shalón, de la congregación Bel-Hilel y del Congreso Judío Latinoamericano, desmenuzó el concepto de milagro, citando al papa Francisco. Invitó a ver esa bendición de Dios no solamente en lo extraordinario, sino en lo ordinario de cada día, en esta tierra maravillosa que tenemos. "El milagro es una prueba a la gratitud, a que no nos olvidemos de dónde venimos, de Dios". Dijo que el riesgo no está en la sequía sino en que los egos se levanten demasiado y aprieten nuestros corazones. "Hoy pedimos volver a estar unidos con Dios, con nuestros hermanos", concluyó.

El obispo auxiliar de Buenos Aires y vicario episcopal de Pastoral, monseñor Alejandro Pardo, citó el Salmo 128, que dice: "Feliz el que teme al Señor y sigue sus caminos". Animó a dar gracias por tantos hechos recibidos en este país de tierra fértil, rico en tradiciones, en historias, donde cosechamos lo que otros sembraron con paciencia. Por eso, instó a que no nos apartemos de la humildad, del sacrificio, del compromiso con las generaciones futuras. Convocó a una Argentina más justa, siendo generosos, aprovechando los dones que Dios ha puesto en nuestras manos.

"Un país bendecido como pocos"
A su vez, el presidente de la Alianza Cristiana de Iglesias Evangélicas de la República Argentina (ACIERA), pastor Christian Hooft, estimó que un acto así nos identifica como argentinos, "porque el campo somos todos, algo que nos quedó claro en el 2008 cuando marchamos juntos". Nos une con nuestro pasado -agregó-; con nuestro presente, porque el sector agropecuario, ganadero y agroindustrial apoya a tantas familias en todo el territorio y sigue invirtiendo para sacar este país adelante, y nos une con nuestro futuro "porque así como esperamos de Dios cielos abiertos que bendigan las próximas cosechas, de trigo, de cebada, de maíz, de soja, esperamos también de Dios que nos dé la gracia y la sabiduría para administrar con humildad y gratitud los recursos que Él nos dará". Y oró: "Señor, estamos agradecidos por la tierra que nos diste. Somos un país bendecido como pocos en el planeta. Ayúdanos a ser buenos administradores. A ser responsables. A no dilapidar los bienes que nos diste".

"No tolerarnos, sino abrazarnos"
Por el Centro Islámico de la República Argentina (CIRA), el jeque Muhammad Ahmad Galal Muhammad invocó la bendición divina deseando paz eterna para todos. Al señalar a la feria rural como un punto de encuentro, exaltó "las semillas del diálogo"; la Argentina no solamente es tierra fértil para los granos, sino para la esperanza, dijo, y manifestó que la grey islámica es una comunidad que trabaja esta tierra, que ora por esta nación, que sueña. "No hablamos de tolerarnos, sino de abrazarnos", afirmó.

Presencias
Entre otros, asistieron integrantes de la Sociedad Rural, de Coninagro y de otras entidades rurales; el presidente de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires, Adelmo Gabbi; el director ejecutivo de ACIERA, pastor Jorge Gómez; Silvia Gallardo, expresidente de Misiones Rurales Argentinas; María Florencia Uriburu, colaboradora de la Comisión Episcopal de Ecumenismo y Relaciones con el Judaísmo, el Islam y las Religiones (Ceerjir); el diácono permanente Rodolfo Sánchez Rubio y Juan Víctor Szymko, ambos de la diócesis de San Justo. (Jorge Rouillon)