Jueves 26 de junio de 2025

Recordaron sus familiares al obispo Colombres

  • 3 de agosto, 2016
  • Buenos Aires (AICA)
José Eusebio Colombres (1778-1859), que siendo sacerdote participó como congresal del Congreso de Tucumán que declaró la Independencia de la Argentina, fue honrado por miembros de la familia Colombres reunidos en una misa de acción de gracias en la basílica del Pilar. El obispo auxiliar de Buenos Aires y provicario general de la arquidiócesis, monseñor Enrique Eguía Seguí, bendijo un cuadro que hicieron pintar sus parientes. Y pidió que el obispo Colombres desde el cielo nos inspire para ser constructores del bien común y servidores del Evangelio. Asistieron más de 200 personas.
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José Eusebio Colombres, que siendo sacerdote participó como congresal por Catamarca del Congreso de Tucumán que declaró la Independencia de la Argentina, fue honrado por miembros de la familia Colombres reunidos en una concurrida misa de acción de gracias en la basílica de Nuestra Señora del Pilar.

El obispo auxiliar de Buenos Aires y provicario general, monseñor Enrique Eguía Seguí, bendijo un cuadro que hicieron pintar sus parientes, a través de una comisión de homenaje que presidió la señora Valeria Schweitzer Schoo. Y pidió que el obispo Colombres desde el cielo nos inspire para ser constructores del bien común y servidores del Evangelio.

Entre otros asistieron el director general de Culto Católico de la Cancillería, Luis Saguier Fonrouge; el ex secretario de Culto Norberto Padilla con su esposa, Gloria Williams; representantes del Ejército argentino y numerosos parientes del prelado. Hubo más de 200 asistentes y una guardia del Regimiento de Granaderos a Caballo.

José Eusebio Colombres nació en 1778 en San Miguel de Tucumán. Fue ordenado presbítero y se doctoró en derecho canónico en 1803. Era canónigo y vicario de la catedral salteña cuando el general Justo José de Urquiza, presidente de la Confederación Argentina, lo propuso a la Santa Sede para el obispado de Salta (que desde 1838 estaba vacante y a cargo de vicarios capitulares). Fue preconizado por Pío IX el 23 de diciembre de 1858, pero antes de ser consagrado falleció en Tucumán el 11 de febrero de 1859. Fue el último en morir de los próceres que firmaron el acta de la Independencia argentina.

Se lo recordó como fundador de la industria azucarera y hombre dedicado al bien público, junto a su vocación sacerdotal de pastor de almas y evangelizador. La Legislatura de Tucumán lo nombró ciudadano benemérito por haber sacado de la hambruna a su pueblo natal.

La señora Schweitzer expresó que en estos 200 años "la familia Colombres ha dado un obispo, catorce sacerdotes,once religiosas, una novicia y tres seminaristas; un total de veintinueve religiosos y el deseo de que las semillas sigan germinando para gloria de Dios y de la Santa Madre Iglesia".

Pidió que "la figura ejemplificadora del obispo José Eusebio Colombres, ilumine nuestra conciencia para mejor servir a la Patria". Y animó a "encontrarnos en las raíces de nuestra mejor tradición argentina, alabar a Dios por el Bicentenario de la Independencia y comprometer nuestros esfuerzos para un nuevo florecimiento de justicia, paz, amor y libertad".

Experimentar a la patria como una casa
En su homilía, monseñor Eguía Seguí recordó el reciente Congreso Eucarístico Nacional reunido en Tucumán bajo el lema "Jesucristo, Señor de la historia, te necesitamos" y exaltó la experiencia de honrar a Jesús presente, vivo y verdadero en el sacramento del altar, junto con la evocación de toda nuestra historia.

Indicó que estamos celebrando el bicentenario de la patria y manifestó el deseo de que todos los argentinos puedan vivir en esta patria creciendo en su dignidad.

Señaló que los obispos estuvieron en la celebración en la Casa de Tucumán y destacó que la declaración de la independencia de nuestra patria se diera en un lugar así, una casa de familia, que se transformó en casa de todos.

Habló de un camino de bien común, sostenido por vínculos fraternos, de hermandad, donde todos sientan que tienen un lugar en la casa común. Y que todos podamos experimentar a nuestra patria como una casa.
Indicó que el pastor evocado pudo vincular dos vocaciones que a veces parecen antagónicas, una vocación política y una vocación religiosa, pero ambas implican un espíritu de servicio. Dio gracias a Dios por su fecunda vida.

Los concelebrantes
Concelebraron la misa dos sacerdotes que forman parte de la familia Colombres: los presbíteros José María Klappenbach García Llorente y Rodrigo Aguilar Colombres Garmendia, y asistieron como acólitos tres seminaristas también parientes, Juan Pablo Pando Perpén; Santiago Varela Cossio y Ramón Santamarina Zubizarreta.

También concelebraron monseñor Vicenzo Turturro, consejero de la Nunciatura Apostólica; el párroco del Pilar, presbítero Rómulo Puiggari; el presbítero Enrique Saguier Fonrouge, capellán del Comando de Remonta y Veterinaria; el presbítero Alberto Carlos Pita, capellán de la Marina en Bahía Blanca, y el fraile dominico Alberto Saguier Fonrouge O.P.

Tras la bendición final, todos los presentes entonaron con unción el Himno Nacional Argentino.

Bendición papal
El nuncio apostólico, monseñor Emil Paul Tscherrig, hizo llegar la bendición papal. El texto dice: "Su Santidad Francisco saluda cordialmente a los queridos hijos de la familia Colombres y los encomienda en sus oraciones para que en su hogar, fundado en la fe, reine siempre el amor mutuo y la confianza en Dios y sigan dando testimonio del mensaje evangélico, como lo hicieran, desde los albores de la Patria, los miembros de esa familia".

Al día siguiente, parientes venidos de distintos puntos del país compartieron un almuerzo en la Dirección de Remonta y Veterinaria, en Palermo. Al comienzo de esta reunión escucharon una conferencia de Diego Molina de Castro sobre el origen de los apellidos y la heráldica de la familia Colombres. (Jorge Rouillon)

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