Viernes 22 de noviembre de 2024

Reabrirán la basílica San Francisco tras las obras de puesta en valor

  • 20 de agosto, 2024
  • Buenos Aires (AICA)
Con una misa presidida por el arzobispo de Buenos Aires, Mons. García Cuerva, el histórico templo del centro porteño abrirá sus puertas nuevamente a partir del 17 de septiembre.
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Luego de un extenso proceso de restauración y puesta en valor (templo, atrio, capilla San Roque, museo), la basílica San Francisco del barrio porteño de Montserrat (Alsina 380 esquina Defensa), reabrirá sus puertas a los fieles el martes 17 de septiembre a las 18, con una solemne misa que presidirá el arzobispo de Buenos Aires, monseñor Jorge García Cuerva.

El ministro provincial de la Orden Franciscana, fray Emilio Andrada señaló a AICA que "para la Orden y la Familia Franciscana es un acontecimiento altamente significativo, ya que el día de la reapertura del templo se cumplirán 800 años de la impresión de las llagas en las manos, pies y costado de San Francisco, "un hecho portentoso que revela el momento culminante de su deseo de caminar tras las huellas de nuestro Señor Jesucristo". 

Por otro lado, el padre provincial ponderó el hecho de que "recuperar el templo forma parte de los inicios de la historia de nuestra Orden, cuando en los inicios de su conversión San Francisco escuchó la voz del Señor, desde el crucifijo de San Damián: 'Francisco, ve y repara mi Iglesia que, como ves, amenaza ruina". "En verdad que Francisco comenzó a reparar piedra por piedra aquella pequeña iglesia de San Damián y luego la Porciúncula. Pero el Señor le pedía algo más: la fundación de la Orden de Frailes Menores".

"Este esperado momento es una invitación a abrir las puertas a Cristo, representado en cada una de las personas que pasarán para visitar el Santísimo, a escuchar la Palabra y recibir la Eucaristía antes de iniciar su trabajo cotidiano, a rezar y agradecer al final de la jornada. Ojalá así sea, cada vez más, y por mucho tiempo".


Una historia con diversas respuestas constructivas
Con el objeto de que podamos valorar el itinerario de este templo a través del tiempo, les compartimos esta breve historia de su construcción.

El primer templo fue construido precariamente en paredes de adobe con techos de palma y tejas, sobre el solar (manzana 132) que le asignó Juan de Garay a la Orden de los Frailes Menores en 1583, pequeño convento llamado De las once mil Vírgenes. 

Los sacerdotes franciscanos Juan de Rivadeneira y Antonio Díaz Picón fueron los únicos eclesiásticos que asistieron a la fundación de la nueva "ciudad de la Santísima Trinidad, puerto de Santa María de los Buenos Aires", el 11 de junio de 1580.

El segundo templo data de 1604, ubicado en el lugar que hoy ocupa la capilla San Roque (Alsina 380). Su construcción fue solicitada, junto con el convento, por el obispo franciscano del Paraguay Fray Martin Ignacio de Loyola. La nueva iglesia tenía 40 varas de este a oeste (33.50m) y 11.5 varas (9.60m) de sur a norte.

El tercer templo inició sus preparativos en 1713 y su construcción en 1726 en estilo neoclásico, según lo resolvieron los obispos franciscanos, fray Gabriel y fray Juan de Arregui, (ambos hermanos). Los planos fueron encomendados al arquitecto jesuita Andrés Bianchi y la dirección de la obra estuvo a cargo del franciscano Vicente Muñoz, arquitecto de la orden seráfica. El nuevo edificio resultó realmente imponente, ya que contaba con 93 varas (78.00m) de largo por 14 varas (11.70m) de ancho y 20 de alto (17.70m). Estas dimensiones hicieron que fuera el templo más largo de una sola nave en Buenos Aires. 

El 25 de marzo de 1754 la iglesia fue abierta al culto siendo el guardián el Padre Bernardo de Molina, pero tuvo que ser cerrada hacia el año 1770 debido a la aparición de una grieta considerable en su estructura. El 28 de septiembre de 1783 fue solemnemente consagrada por el obispo de Buenos Aires, monseñor Sebastián Malvar y Pinto. 

La fachada del templo con sus torres se derrumbó finalmente en 1807 y una nueva de estilo neoclásico italiano fue proyectada por el arquitecto Tomás Toribio, con ayuda del maestro Cañete, finalizando las obras alrededor de 1815. El 20 de marzo de 1868, el Papa Pío IX concedió al templo el ser agregado a los privilegios de la archibasílica de San Juan de Letrán de Roma.


Nuevas reformas y la escultura de San Francisco de Asís en la fachada
En 1909 se inició una reforma general, sobre todo con nueva decoración ornamental, a cargo del arquitecto austriaco-alemán Ernesto Sackmann, que la convirtió en un acabado ejemplo del neobarroco bávaro. La obra fue costeada por los esposos Juan Santos Unzue y Carlota Díaz de Vivar de Unzue. La actual fachada se corona con la escultura de San Francisco de Asís y, con él, tres destacados miembros de la tercera orden franciscana: Giotto, Dante Alighieri y Cristóbal Colón, de rodillas. 

La fachada, realizada por el artista Antonio Voegele, cuenta con dos torres decoradas con querubines que se resuelven en pequeñas cúpulas con forma de cebolla alrededor de las cuales se vislumbran las estatuas de fray Marchena, Bacon, y los Papas Sixto V, Gregorio IX y León XIII.

Las nuevas obras fueron bendecidas por el arzobispo de Buenos Aires, monseñor Mariano Espinosa el 2 de octubre de 1911, cuando regía el papado de Pio X. El 08 de enero de 1919 el Papa Benedicto XV le otorgó el título de basílica menor. 

Decorada la Iglesia en blanco y dorado, llevaba en su bóveda seis lienzos de Julio Borrell, que representaban pasajes de la vida de San Francisco de Asís. El único altar original es el primero a la derecha del presbiterio. En la cripta, aparte de franciscanos, están sepultados algunos personajes ilustres como el síndico del convento y gobernador de la provincia de Buenos Aires, Mariano Acosta, y su esposa, Remedios Oromi de Acosta, así como la virreina del Rio de la Plata, Rafaela e Vera Mujica (esposa del virrey Joaquín del Pino y Sánchez Rozas). Por decreto del Poder Ejecutivo de la Nación Nº 120.412 el 21 de mayo de 1942, la basílica de San Francisco fue declarada monumento histórico nacional.

El incendio y las profanaciones del 16 de junio de 1955, provocaron una pérdida importantísima de sectores relevantes del patrimonio artístico y documental, tales como las decoraciones de querubines, nubes, pelicanos, guardas que decoraban los paramentos y bóveda, así como también la destrucción total del retablo del altar mayor colonial realizado en madera, el deterioro irreparable del gran órgano sinfónico Cavaille Cool, la pérdida total de la cúpula, secciones de vitrales, luminarias, trozos de imaginería, piezas del solado del presbiterio y altar mayor, trozos de mesa de celebración, entre otros. 


Reconstrucción y reforma hacia los años 60
Posteriormente, se inició la reconstrucción y reforma en la década de 1960, recomponiendo los revoques, pintándolos en monocromo verde grisáceo, construyendo una nueva cúpula y terminándola con igual pintura color, reponiendo el solado perdido por mármol de carrara, completando con nuevas grisallas los vitrales, se recolocaron en la capilla del santísimo cinco lienzos de Julio Borrell, que sobrevivieron al incendio. 

Y, como hecho atípico para un templo, se sustituyó el retablo principal perdido con un tapiz de urdimbre de algodón de 8m x 12m con la glorificación de San Francisco, realizado por el artista Horacio Butler y confeccionado por cuatro operarios a cargo del maestro Santiago Larochette, inaugurado y bendecido el 4 de octubre de 1972. Conforman el conjunto otros dos más pequeños en los paramentos laterales del altar mayor. La basílica fue nuevamente habilitada al culto el 1° de octubre de 1967.

Luego de trascurridos más de 70 años se inició un nuevo proceso licitatorio para la restauración y puesta en valor de los exteriores de la capilla San Roque, el museo, el atrio y la basílica de San Francisco, contemplando también sus interiores. En marzo de 2015, la subsecretaria de Obras Publicas dependiente de la secretaria de Obras Públicas del ministerio de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios.


Etapa final para la reinauguración
El noviembre de 2016, la empresa constructora Creaurban S.A. firmó el contrato de ejecución de obra con la subsecretaria de Obras Públicas y dio inicio a la ejecución de tareas el 2 de enero de 2017. 

Lamentablemente en noviembre de 2018, se efectivizó una importante reducción del contrato original que impactó directamente en las obras planificadas para el interior de la basílica, por lo que la intención de restaurar once retablos, la puesta en valor con reconstitución de teselas del solado de gres cerámico, la reintegración de faltantes de mármol y limpieza de las dos urnas funerarias, el sonido, la detección de intrusos e incendio, fue desestimado. Temas estos últimos relevantes para la realización de celebraciones y cuidado del patrimonio. 

Con el tiempo, y a partir de distintas solicitudes de los frailes se logró restituir el contrato para la restauración de dos retablos, el púlpito y la mesa de celebración, un nuevo sistema de detección de incendios, la optimización de los desagües pluviales, la puesta en valor de la fachada exterior sobre la calle Moreno, y la limpieza de la imaginería de los retablos y hornacinas, junto a los tres tapices. 

Todas las tareas fueron supervisadas por la subsecretaria de Obras Públicas y la Comisión Nacional de Monumentos, de Lugares y de Bienes Históricos. El 31 de octubre 2023, se dio por concluido el contrato compuesto por Obra Básica y sus Variantes de obra 1, 2, 3 y 4, habiendo transcurrido 82 meses desde su inicio.+