Viernes 22 de noviembre de 2024

"¡Que cese la violencia!" exhortan los obispos ecuatorianos

  • 7 de octubre, 2021
  • Quito (Ecuador) (AICA)
La iniciativa del episcopado ecuatoriano surge como respuesta a los recientes casos de violencia en las prisiones de Guayaquil, Guayas, Cotopaxi y Azuay,
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La Conferencia Episcopal de Ecuador convocó durante el mes de octubre, pero en particular el próximo 2 de noviembre, día de la conmemoración de los Fieles Difuntos, a una "Jornada de oración y reflexión sobre el valor de la vida humana", en respuesta a la grave crisis que atraviesan las cárceles del país, donde recientemente se han producido numerosos casos de violencia en las prisiones de Guayaquil, Guayas, Cotopaxi y Azuay, que dejaron más de 200 muertos y muchos heridos. 

El episodio más llamativo tuvo lugar entre el 29 y el 30 de septiembre en el Centro de Privación de Libertad Número 1 de Guayaquil, donde al menos 119 personas murieron y más de 80 resultaron heridas por granadas y disparos.

“Como Pastores de la Iglesia en Ecuador, deseamos hacer un llamado a los hombres y mujeres de buena voluntad a valorar la vida humana, a tomar conciencia de que el ser humano no es un objeto desechable o descartable, algo que se puede usar y botar. Si somos conscientes de la dignidad de la naturaleza humana, tendremos la certeza de que el corazón de las personas e instituciones no puede corromperse. Este llamado se extiende también a las autoridades que tienen la responsabilidad de buscar la paz social como base para el progreso económico”.

En un comunicado emitido por el Consejo Presidencial de la Conferencia Episcopal de Ecuador, titulado « ¡Cese la violencia!», los obispos hacen oír su voz, “como creyentes en el Dios de la vida”,

En su comunicado, los obispos subrayan que el elevado número de víctimas no puede dejar indiferente a la sociedad: “Cada existencia destruida es un campanazo a nuestras conciencias, para reflexionar sobre qué mundo estamos construyendo, qué sociedad queremos: la de unos enfrentándose a otros o la de la unidad en la búsqueda de un bien para todos, sin dejar a nadie en el camino”.

En particular, dirigiéndose a quienes han participado en esta masacre, los obispos piden “que cesen la violencia y el mercado de la muerte; y que conviertan sus armas en arados y las balas en semillas de vida”.

Después de expresar su cercanía y solidaridad con las familias de las víctimas, “para que vivan estos momentos de duelo con fe y paz y puedan perdonar a quienes acabaron con sus existencias”, los obispos proponen a toda la comunidad católica, a los cristianos y a las personas de buena voluntad, “un compromiso concreto y urgente”: el mes de octubre y, de una manera especial, el día de los difuntos, el próximo 2 de noviembre, se realizarán jornadas de oración y reflexión sobre el valor de la vida humana en todas sus expresiones. “Queridos hermanos – concluyen -, los invitamos a construir una cultura de paz, basada en la justicia, el amor, la equidad y la solidaridad”.

Los graves episodios ocurridos en la cárcel de Guayaquil también estuvieron en la mente del papa Francisco, quien en el Ángelus del domingo 3 de octubre dijo estar "muy entristecido" por el incidente. El pontífice también ofreció una oración y un llamamiento: "Que Dios nos ayude a curar las heridas del crimen que esclaviza a los más pobres". Y ayudar a los que trabajan cada día para hacer más humana la vida en la cárcel". 

Mientras tanto, el gobierno de Quito, encabezado por el presidente Guillermo Lasso, declaró el estado de emergencia en el sistema penitenciario. Esto significa que, durante los próximos 60 días, tanto los militares como la policía podrán entrar en los centros de detención para desmantelar las bandas criminales que luchan por mantener el control de los internos.

En febrero y julio ya se produjeron otros motines en las cárceles, con el resultado de 79 y 22 muertos respectivamente. Una de las principales causas de los enfrentamientos fue la lucha de poder entre bandas de narcotraficantes.+