Lunes 3 de febrero de 2025

Puerto Iguazú celebró la ordenación de siete diáconos

  • 16 de diciembre, 2013
  • Puerto Iguazú (Misiones) (AICA)
La diócesis de Puerto Iguazú, en el norte de la provincia de Misiones, celebró la ordenación de siete diáconos en tránsito al sacerdocio, un hecho inédito en la joven historia diocesana. Monseñor Martorell instruyó a la comunidad acerca del sentido y la gracia del diaconado, e instó a los ordenandos a ser ejemplos de servicio a la Iglesia a ellos encomendada.
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La diócesis de Puerto Iguazú, en el norte de la provincia de Misiones, celebró el jueves 12 de diciembre la ordenación de siete diáconos en tránsito al sacerdocio, un hecho inédito en la joven historia diocesana. Venidos de los cuatro puntos cardinales de la jurisdicción diocesana los fieles participaron fervientemente de la ordenación en el santuario diocesano de Jesús de la Divina Misericordia.

El obispo de Puerto Iguazú, monseñor Marcelo Raúl Martorell, confirió el orden del diaconado a los siete jóvenes que se forman en el seminario mayor San José, de la arquidiócesis de La Plata. Ellos son: Rodrigo Alejandro Adet, Mario Ramón Alfonzo, Luis Gabriel Casares, Rubén Mariano Chávez, Daniel Hermogenio Da Costa, Sergio Rafael Flores y Eduardo Manuel Herrera.

En primera instancia los ordenandos manifestaron públicamente su adhesión a las verdades de la fe católica contenidas en el Credo, en la Palabra de Dios, en la Sagrada Tradición, en el Magisterio y su adhesión a las enseñanzas del Papa y el colegio episcopal. Expresaron además que pedían con total libertad este ministerio y que entendían y aceptaban todas las obligaciones que emanan de la vida clerical en la Iglesia, como asimismo prometieron obediencia al obispo y a sus sucesores.

Monseñor Martorell instruyó a la comunidad acerca del sentido y la gracia del diaconado, e instó a los ordenandos a ser ejemplos de servicio a la Iglesia a ellos encomendada, a ser fieles a la elección del Señor que los eligió.

El obispo insistió en la necesidad de la oración y de pedir la gracia de la fidelidad, así como empeñarse siempre bajo la guía y protección de María Santísima. Les pidió que preparen su corazón para ser pastores con olor a oveja, como lo pide el papa Francisco, sacerdotes con un corazón que sepa salir al encuentro de las personas en las distintas situaciones de la vida, especialmente las más duras y difíciles.

En un momento de la celebración, el obispo dedicó palabras especiales a los familiares de los neodiáconos, a quienes agradeció la fe y la generosidad con que aceptaron la voluntad de Dios para sus hijos y que los hayan acompañado todo este tiempo de formación con la oración y el gesto amoroso.

Asimismo, monseñor Martorell agradeció a las comunidades que siempre están rezando por las vocaciones en las horas de adoración al Santísimo y de modo especial a las religiosas contemplativas de la diócesis, a quienes el obispo solicitó personalmente orar por esta intención.

Por último, monseñor Martorell agradeció al seminario de La Plata, en la persona de su rector, presbítero Gabriel Delgado, que viajó junto con los superiores para participar de la ordenación.+