Martes 19 de marzo de 2024

Preocupa a obispos de Colombia y Venezuela la situación en la frontera

  • 30 de abril, 2021
  • Bogotá (Colombia) (AICA)
En un comunicado conjunto, los prelados exponen en seis puntos sus consideraciones frente a esta problemática que se acrecienta cada vez más y que afecta a la población más vulnerable.
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Las conferencias episcopales de Colombia y Venezuela expresaron su preocupación por la situación que se vive en la frontera entre los dos países, especialmente en el Estado de Apure y en el Departamento de Arauca, donde un número creciente de comunidades están padeciendo el desplazamiento transnacional por diversas circunstancias.

En un comunicado conjunto, los prelados colombianos y venezolanos exponen en seis puntos sus consideraciones frente a esta problemática que se acrecienta cada vez más y que afecta a la población más vulnerable.

"En primer lugar, nos preocupa el conflicto armado que lamentablemente se está dando y cuyas consecuencias, además de poner en peligro la paz y convivencia ciudadana, se hacen sentir en la población más vulnerable", escriben y añaden otros cinco:

Es necesidad apremiante que las autoridades de ambos países avancen hacia soluciones de fondo, eficaces, dialogadas y concertadas, frente a la problemática que se vive a lo largo de la frontera, siempre anteponiendo a cualquier otro interés el respeto de la dignidad humana y de los derechos de las personas.

En cuanto a la situación específica en Apure y Arauca, expresamos solidaridad y cercano acompañamiento a las personas que han debido atravesar la frontera. Hacemos un llamado para que se propicien las condiciones que permitan a las personas permanecer en su territorio o regresar a él. Con sentido de comunión eclesial, ratificamos nuestra solidaridad con las diócesis de Arauca y Guasdualito. Sus obispos, unidos a sus presbíteros, religiosos, laicos y grupos de pastoral social están dando un decidido testimonio de fraternidad, acompañamiento, defensa y dignificación de quienes más sufren por esta situación que viven en sus territorios. Están demostrando, como nos lo ha enseñado el Papa Francisco, que la Iglesia no tiene fronteras y es madre de todos.

Invitamos a continuar las muestras de efectiva solidaridad con estos hermanos y hermanas, recordando que el Papa Francisco ha exhortado a toda la humanidad a Página 2 de 2 acoger, proteger, promover e integrar a los migrantes y desplazados, como una muestra concreta del empeño de todos para lograr la fraternidad, la paz y el desarrollo integral de los pueblos.

Reconocemos y agradecemos los esfuerzos de diversas instituciones oficiales y privadas, de organizaciones nacionales e internacionales de ayuda humanitaria, de personas individuales, de comunidades católicas y de otras confesiones para acompañar y asistir a los migrantes. También resaltamos las manifestaciones cotidianas de solidaridad que se dan entre nuestros pueblos y que son testimonio de los vínculos estrechos que nos han unido a lo largo de toda nuestra historia.

Renovamos el llamado a la comunidad internacional a proseguir la tarea de unir esfuerzos y articular acciones en favor de las poblaciones migrantes y desplazadas.

Los obispos de ambos países concluyen el comunicado compartiendo su anhelo de que "la luz de Cristo resucitado ilumine este momento de nuestra historia y nos ilumine a todos el camino que nos lleva a superar las dificultades", confiando además en la intercesión de la Virgen María, "invocada por nuestros pueblos como Nuestra Señora de Coromoto o como Virgen del Rosario de Chiquinquirá, para que todos, especialmente los migrantes y desplazados, encuentren condiciones de vida digna y de desarrollo humano integral".+