"Las condiciones migratorias son cada vez más riesgosas e inhumanas", advirtieron los obispos de las diócesis fronterizas al concluir su reunión anual.
El Papa afirmó que "el Espíritu rompe fronteras y abate los muros de la indiferencia y del odio" en un mundo desgarrado por guerras y migraciones forzadas. Marcó las tres dimensiones de su accionar.
La organización caritativa renovó un convenio con el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) y la Organización Internacional de las Migraciones (OIM).
En un comunicado conjunto, los prelados exponen en seis puntos sus consideraciones frente a esta problemática que se acrecienta cada vez más y que afecta a la población más vulnerable.