Domingo 24 de noviembre de 2024

Preocupa a la Santa Sede el aumento de la retórica nuclear

  • 24 de julio, 2024
  • Ginebra (Naciones Unidas) (AICA)
En una reunión en la sede de la ONU en Ginebra, el arzobispo Ettore Balestrero advirtió nuevamente sobre la "amenaza existencial" que plantean las armas nucleares.
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El arzobispo Ettore Balestrero, Observador Permanente de la Santa Sede ante las Naciones Unidas en Ginebra, se dirigió a un comité de la ONU sobre la necesidad de la no proliferación de las armas nucleares.

El arzobispo les expresó a los reunidos en el debate -titulado oficialmente "Segundo Comité Preparatorio de la Conferencia de Revisión de 2026 del Tratado sobre la No Proliferación de las Armas Nucleares"- la "profunda preocupación" de la Santa Sede por la escalada nuclear.

Aumento de la retórica y el gasto
Las armas nucleares representan, dijo el arzobispo Balestrero, una "amenaza existencial", que se ha visto exacerbada por el actual "tenso entorno estratégico" y la "continua modernización y expansión de los arsenales nucleares".

Una característica distintiva de la diplomacia vaticana en materia nuclear es que la posesión de armas nucleares, incluso con fines de disuasión, es moralmente incorrecta. Este fue un principio que subrayó el arzobispo Balestrero, señalando que el Papa Francisco reafirmó recientemente la inmoralidad tanto de la fabricación como de la posesión de armas nucleares.

El arzobispo añadió que la Santa Sede está preocupada tanto por el "crecimiento continuo de los gastos militares relacionados con las armas nucleares" como por el "aumento de la retórica y las amenazas sobre su posible uso". Tales acciones, dijo, son "una afrenta a la humanidad en su conjunto".

Tres propuestas concretas
Monseñor Balestrero explicó luego que la Santa Sede quería hacer tres contribuciones principales al debate en cuestión.

En primer lugar, dijo, es importante reconocer que la no proliferación y el desarme, además de obligaciones jurídicas, son "responsabilidades éticas hacia todos los miembros de la familia humana".

El arzobispo citó al Santo Padre, quien, durante su visita a Nagasaki en 2019, dijo que "la paz y la estabilidad internacional son incompatibles con los intentos de construir sobre el miedo a la destrucción mutua o sobre la amenaza de la aniquilación total: sólo pueden lograrse sobre la base de una ética global de solidaridad y cooperación".

En segundo lugar, monseñor Balestrero pidió un "diálogo sincero", destinado a reducir los arsenales de armas nucleares en todo el mundo.

Por último, el Observador Permanente recordó que el dinero que se gasta en armas nucleares podría emplearse mejor en proyectos humanitarios. Por este motivo, dijo, quiso reiterar la propuesta que la Santa Sede viene haciendo desde hace tiempo de crear un fondo mundial contra la pobreza, financiado con "parte del dinero que, de otro modo, se gastaría en armas y otros gastos militares".

Al concluir su discurso, el representante de la Santa Sede reafirmó la "firme convicción" de la Santa Sede de que un mundo libre de armas nucleares es "posible y necesario".+