Viernes 19 de abril de 2024

Oración y cercanía, las claves de los obispos de Quilmes para esta "Navidad diferente"

  • 24 de diciembre, 2020
  • Quilmes (Buenos Aires) (AICA)
El obispo de Quilmes, monseñor Carlos José Tissera, y su obispo auxiliar, monseñor Marcelo Julián Margni, enviaron una carta a los fieles de la diócesis con motivo de la Navidad.
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En una carta dirigida a los fieles de la diócesis, el obispo de Quilmes, monseñor Carlos José Tissera, y su obispo auxiliar, monseñor Marcelo Julián Margni, se refirieron a la Navidad 2020 como “una Navidad diferente”, en tiempos de pandemia, “en medio de una crisis sanitaria que golpea al mundo entero y repercute de tantas maneras” en nuestras familias y en nuestros pueblos. 

“Como una tempestad que repentinamente lo sacude todo, la pandemia “desenmascara nuestra vulnerabilidad y deja al descubierto esas falsas y superfluas seguridades... Nos muestra cómo habíamos dejado dormido y abandonado lo que alimenta, sostiene y da fuerza a nuestra vida y a nuestra comunidad”, expresaron.

Con la tempestad, “se cayó el maquillaje de esos estereotipos... y dejó al descubierto, una vez más, esa (bendita) pertenencia común de la que no podemos ni queremos evadirnos; esa pertenencia de hermanos”, señalaron, citando al papa Francisco.

“Desde nuestra vulnerabilidad y fragilidad, como aquellos pastores que cuidaban sus rebaños a la intemperie, esta Navidad también nosotros estamos invitados a ir a Belén una vez más y ver lo que ha sucedido y el Señor nos había anunciado”, animaron los obispos. “Un niño recién nacido habla al corazón de la humanidad, llamándola a dejarse iluminar en la noche oscura. La Navidad de este año, tal vez más que en muchos otros años, nos habla de vida nueva. Hay en ella una llamada a dejar nacer lo nuevo y a colaborar en su alumbramiento, a convertirnos, a ponernos en camino hacia un estilo de vida más auténtico, sencillo y sano, más atento al clamor de los pobres y de la tierra, más abierto a la comunión con Dios, con los otros, con todo lo creado”.

“Si la crisis de la pandemia ha oscurecido horizontes, despertando inquietud e incertidumbre, la Navidad nos llama a mirarlo todo con ojos nuevos. Vamos a Belén para redescubrir esta esperanza del Evangelio”, afirmaron. Para ello, invitaron a “la escucha de la Palabra de Dios en la oración”.

Y en consonancia con las iniciativas de oración en los hogares que se llevaron a cabo durante este año, invitaron a tener un momento de oración previo al brindis de la Nochebuena. Que “no nos falte un momento para que la palabra de Cristo habite en nosotros con toda su riqueza”.

“Celebraremos esta Navidad distanciados, pero no por eso distantes. Las disposiciones sanitarias, con las medidas de prevención y seguridad que nos ayudan a expresar concretamente ese amor que cuida la vida de los otros, nos invitan a ser creativos para vivir la cercanía y la comunión”, destacaron. “No nos olvidemos de quienes están solos, de quienes atraviesan momentos difíciles o han perdido un ser querido. Tal vez podamos incluso acercarnos a colaborar en alguna de las muchas iniciativas de solidaridad presentes en nuestros barrios y comunidades”.

Para finalizar, los obispos renovaron su agradecimiento “a todas y todos los trabajadores esenciales que sostuvieron nuestra vida en estos largos meses y la siguen sosteniendo ahora”.

“El tiempo transcurrido desde que se declaró la pandemia nos hizo experimentar en carne propia que “nuestras vidas están tejidas y sostenidas por personas comunes —corrientemente olvidadas— que no aparecen en portadas de diarios y de revistas, ni en las grandes pasarelas del último show pero, sin lugar a dudas, están escribiendo hoy los acontecimientos decisivos de nuestra historia”, sostuvieron.

“Nuestro agradecimiento va dirigido, ante todo, a las y los trabajadores de la salud, que con entrega admirable, a veces llegando incluso hasta el don de la propia vida, han afrontado en primera línea los desafíos de la emergencia sanitaria; muchas y muchos de ellos pasarán esta Navidad acompañando a los enfermos en hospitales y centros de salud. Tenemos también presentes a las y los educadores; a las y los trabajadores sociales y todo el personal que puso en marcha dispositivos de contención y asistencia en estos meses; a tantas mujeres y tantos hombres que, frecuentemente sin ser notados, han cuidado la salud y la vida de nuestro pueblo. A cada una y cada uno, nuestra sincera gratitud”, añadieron. Por último, expresaron cercanía y afecto a todas las familias que han perdido un ser querido en este tiempo.

“Vayamos a Belén, y veamos lo que ha sucedido y el Señor nos ha anunciado”, concluyeron, citando el Evangelio de Lucas, y desearon “que la contemplación del Dios que se hace hombre, naciendo pobre, vulnerable y frágil, ilumine nuestro propio andar en este tiempo y nos permita vislumbrar, aún en medio de la noche, la esperanza del Evangelio. ¡Feliz Navidad!”.+