Mons. Scheinig ordenará un sacerdote para la arquidiócesis

La arquidiócesis de Mercedes-Luján anunció la ordenación sacerdotal del diácono Mario Agustín Roldán, que se celebrará el sábado 4 de diciembre en la parroquia Nuestra Señora del Carmen, de Lobos.

La arquidiócesis de Mercedes-Luján tendrá un nuevo sacerdote: se trata del diácono Mario Agustín Roldán, que recibirá su ordenación el sábado 4 de diciembre a las 11, de manos del arzobispo, monseñor Jorge Eduardo Scheinig, en una celebración que tendrá lugar en la parroquia Nuestra Señora del Carmen, de Lobos.

Desde la Iglesia local animaron a los fieles a acompañar a Mario con la oración, en esta "nueva oportunidad que el Señor nos regala para darnos cuenta de que el amor de Dios sigue haciendo maravillas, tanto en el corazón de las personas como en medio de su pueblo".

La ordenación sacerdotal de Mario Roldán lleva el lema "¡No me dejes, Madre mía!", y coincide con el día en que cumple 29 años.

Mario Agustín Roldán nació en Lobos el 4 de diciembre de 1992 y fue bautizado en la parroquia Nuestra Señora del Carmen el 30 de octubre de 1993. Hijo de Claudia y Sergio, es el primero de cuatro hermanos.  

Recibió su ordenación diaconal el 19 de marzo de 2021. En ese momento, dialogó con AICA y recordó sus inicios en la fe: fue su bisabuela quien le enseñó sus primeras oraciones. “Después, la catequesis de la escuela parroquial me fue mostrando un Jesús amigo, cercano y vivo, a través de convivencias, visitas a hogares de ancianos y ayuda a comedores y merenderos infantiles de la parroquia y de la ciudad”.

En la parroquia le tocó acompañar la catequesis de confirmación y participar de cenáculos, lo que fue haciendo que participara activamente de grupos de jóvenes, entre ellos el Grupo Juvenil Francisco, que surgió el mismo 13 de marzo de 2013 (día de la elección del Papa)”, recordó. “Durante mi juventud conocí a varios sacerdotes que con su entrega fueron mostrándome la alegría del anuncio y del ministerio”.

Ingresó al Seminario Santo Cura de Ars, de Mercedes, en 2014. Allí asegura haber conocido grandes amigos, tanto de la arquidiócesis, como de las otras diócesis que se forman allí.

Respecto a su lema, el joven afirmó: “Es una oración que siempre me gustó y ahora, en la casa de María, en Luján, lo veo como un pedido que se repite en muchos que vienen a ella”.+